El Mediterráneo es nuestro patrimonio emocional. La ciudad de Castelló se ha convertido, de nuevo, en el epicentro de la cultura marítima con la segunda edición de Escala a Castelló. La gran fiesta de la mar nos devuelve la identidad de ciudad que quiere mirar al mar y sentirse orgullosa de la riqueza natural que tiene a su alcance. Escala a Castelló es una oportunidad social, cultural y económica. Durante cinco días la ciudad regresa al pasado, se viste de época y aspira a convertirse en un punto de referencia del turismo náutico y a hacer de Castelló capital de la recreación naval en el Mediterráneo español.

La primera edición, el año pasado, fue una experiencia de éxito. El objetivo era ambicioso, estábamos convencidos del potencial de la actividad, pero el balance final fue una sorpresa extraordinaria. Miles de personas abarrotaron el puerto y fueron parte de Escala. El impacto en la economía local pudo superar los dos millones de euros, según las estimaciones técnicas.

La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, tuvo ocasión de acercarse a la realidad de Escala a Castelló el pasado lunes y pudo comprobar el potencial que tiene. Por eso, el Ministerio la incluirá en las campañas de promoción para divulgar los eventos singulares de España fuera de nuestras fronteras. No es el único respaldo que ha sumado el proyecto. En primer lugar, hay que destacar el apoyo de la ciudad de Sète, sin el que Escala a Castelló no hubiera sido una realidad. Desde el primer momento Castelló encontró la puerta abierta de la ciudad francesa, que prestó toda la cooperación. Una demostración entusiasta de lo que significa la integración europea.

La estrecha colaboración entre Castelló y Sète para celebrar conjuntamente sus respectivas Escalas, eventos marineros que ponen en valor el patrimonio marítimo, ha sido, precisamente, la que ha llevado a las comisiones nacionales de cooperación con la Unesco a aprobar el patrocinio institucional de ambas iniciativa. La razón principal es que entre los objetivos del evento destaca el de poner en valor el patrimonio marítimo y las tradiciones marineras, un aspecto con el que la Unesco se siente gratamente comprometida.

ESCALA a Castelló no sería posible sin la implicación de instituciones y organismos como la Agencia Valenciana de Turismo y PortCastelló. El Club Náutico, el Museo Marítimo de Barcelona y Renfe también han hecho posible la realización de esta gran fiesta del mar, así como la empresa BP. El Ayuntamiento quiere agradecer la colaboración entusiasta de todos.

Castelló está recuperando la reputación perdida por la acción y omisión de tantos años de desgobierno de la derecha. La imagen exterior de la capital proyectaba unos valores que no se correspondían con la idiosincrasia colectiva de una ciudad abierta, de gente trabajadora, orgullosa de su pasado pero con gran afán de futuro. El daño causado por la mala política no se puede cuantificar, pero fue desastroso. Ahora las cosas han cambiado y nos esforzamos para dignificar lo mucho y bueno que tenemos. Trabajamos para recuperar el tiempo perdido y, sobre todo, para ganar el futuro.

*Alcaldesa de Castelló