Querido/a lector/a, cada vez que veo en la tele hablar al Ministro Illa , al Presidente P. Sánchez , a Fernando Simón y al President Ximo Puig de los peligros del coronavirus y de las necesarias precauciones que debemos observar durante estas Navidades, me acuerdo inmediatamente y con cierta añoranza de aquel Director General de Tráfico de la época de Zapatero que se llamaba Pere Navarro y que, por lo que me dicen, busco y encuentro, también es el actual Director General de Tráfico. En todo caso, este buen hombre se hizo famoso en aquella época porque además de ser un tipo carismático y abierto al diálogo con los medios, implantó lo del carnet por puntos que aún permanece y, sobre todo, repito, sobre todo, porque durante su mandato redujo de forma muy llamativa el número de accidentes de tráfico, de víctimas o personas afectadas y de muertes.

Pero si resucito a Pere Navarro y a sus actos del pasado y lo instalo en el presente, en medio de la pandemia del coronavirus, es porque a diferencia de lo que se hace ahora con él coronavirus y sus consecuencias, es decir, tratar de explicar su peligro apelando a la razón a través de argumentos científicos, cifras y estadísticas de los contagiados y muertes, Pere Navarro con sus spots y publicidad de la imagen directa del accidente en la carretera, del drama en vivo, tocó los sentimientos y las emociones de los usuarios y el resultado fue más que efectivo. O dicho de otra forma, pensar que ciudadanos, los seres humanos, solo somos razón, es pensar a medias.

Querido/a lector/a, solo digo que no estaría mal, incluso podría ser beneficioso y altamente preventivo, que tanto los jóvenes que creen que todo lo pueden y la enfermedad no va con ellos, como las personas mayores que no están en una residencia, supieran y vieran con imágenes en directo y por la tele, lo que pasa cuando uno se contagia de coronavirus. H

*Analista político