El cuento de nunca acabar. Esto es la reforma del modelo de financiación autonómica. La eterna promesa de quienes llegan al Gobierno pero que, una vez apoltronados en sus sillones, les entra la amnesia selectiva.

Las pancartas, pollos y manifestaciones pasan a mejor vida cuando uno está al frente del Ejecutivo y son sus compañeros de filas los que llevan la batuta en Madrid. Si no que se lo digan al president, Ximo Puig, y a la vicepresidenta, Mónica Oltra, que desde su llegada al Botànic hace seis años no han parado de entonar el Cómo hemos cambiado de Presuntos implicados.

Ahora ya no hay camisetas ni palabras gruesas, solo tibieza y pactos que Sánchez firma con Compromís y luego incumple, burlándose de todos los valencianos y de la coalición nacionalista.

Mientras, la Comunitat Valenciana sigue siendo la peor financiada de España, campeones por la cola. El patito feo y el cero a la izquierda a la que contentan inyectándole el Fondo de Liquidez Autonómico. Por cierto, que ahora también hemos batido récords con la deuda pública rebasando los 50 mil millones de euros, casi nada.

La desigualdad es tal que un cántabro recibió en 2019, 987 euros más que un valenciano. Lo que hoy, y con una pandemia, significa mucho más. Significa que con la financiación justa los valencianos, alicantinos y castellonenses hubieran podido tener una mejor sanidad, unas mejores residencias y unos mejores servicios sociales. Pero la falta de una reivindicación seria y el triunfalismo por parte del tripartito, nos ha condenado.

¿Qué más da cuántas veces se reúnan el señor Vicente Soler y su homóloga la ministra María Jesús Montero, o que el señor Ximo Puig defienda una reforma del sistema ante Sánchez cuando sus compañeros a la hora de la verdad pasan olímpicamente?

Pero no solo el PSOE lo ha ignorado. También el PP. Ambos han preferido utilizar el sistema de financiación como moneda de cambio para conseguir los votos de nacionalistas o independentistas en una investidura o en unos presupuestos. Desde Aznar hasta Sánchez. Y de aquellos polvos, estos lodos.

Por ello, ante las humillaciones y el miedo de unos y otros, desde el centro, desde Ciudadanos sí vamos a defender con contundencia un nuevo sistema de financiación autonómico más justo, equitativo, transparente e igualitario, que no dependa de nacionalistas o independentistas, según les convenga al bipartidismo.

Porque no queremos ser más, pero tampoco menos. Porque queremos que cualquier español viva donde viva tenga el derecho a recibir los mismos servicios y con la misma calidad. Porque queremos una España y una Comunitat Valenciana de libres e iguales y sin privilegios. Y esto solo se puede conseguir haciendo política útil y desde la moderación, tendiendo la mano a izquierda y derecha, sin olvidarnos de ponernos enfrente de los populismos, extremismos y nacionalismos.

Portavoz de Ciudadanos en la Diputación Provincial y teniente alcaldesa de Benicàssim