Decía Mark Twain: «Conoce primero los hechos y luego distorsiónalos cuanto quieras». Algo que la portavoz del PP en Castelló, Begoña Carrasco, ha asumido como su particular forma de hacer oposición. El sábado pasado, en este mismo medio, lo volvió a demostrar. En esta ocasión utilizó a la Policía Local.

A la señora Carrasco y al PP no le preocupan en absoluto la seguridad ciudadana. Los populares gobernaron durante más de dos décadas y no trabajaron por mejorarla. Al contrario, la desmantelaron amortizando plazas y permitiendo que los y las policías trabajaran en pésimas instalaciones. Algo que cambió con la llegada del nuevo gobierno progresista.

Seguro que en esa reunión que Carrasco citaba no contó que los elevados impuestos de la era PP se destinaban a maquetas que acabaron en vestuarios. ¿Cuántas mejoras hubieran podido hacerse en la Policía Local con esos 2,7 millones?

Pero ni esto es original. Todo obedece a una vieja estrategia de la derecha que ahora recupera Casado. El objetivo lo marca Génova y no es otro que intentar pescar votos en los caladeros de la ultraderecha y la derecha naranja. No existe inseguridad en las calles de Castelló, aunque quieren propiciar la sensación contraria con noticias falsas de falta de recursos.

El mismo sábado en que Carrasco escribía sobre la necesidad de cubrir vacantes se estaban celebrando las pruebas para Inspectora e Inspector de Policía Local que se unen a otras 30 plazas de agente cuyas pruebas ya habrían concluido de no haber sido por la pandemia y a las que se añaden otras 31 plazas de estabilización.

Antes de finalizar el año contaremos con 61 plazas en la plantilla gracias a la gran gestión de mi compañera de gobierno Monica Barabás. Esto sí es preocuparse por la Policía Local, lo demás es emponzoñar.

Concejal de Seguridad Pública y Emergencias en Castelló