En unos días entraremos oficialmente en el verano del 2021, el ecuador del año. Lo haremos todavía con el lastre del coronavirus, que nos obliga a mantener precauciones para no repetir un invierno con datos tan negativos como el último. Aún así nos adentraremos en la temporada estival en mejores condiciones que el año pasado y mucho más optimismo, el que se desprende de la campaña de vacunación.

Recuerdo a quienes dijeron que no lo conseguiríamos que ya está en marcha el punto de vacunación de la calle San Jaime. Hemos convertido el centro social en centro de vacunación y hoy estrenaremos el Espai Mercat, junto al Museu del Joguet, como recinto provisional para el punto de donación de sangre cada último viernes de mes.

Las instalaciones municipales de Almassora tienen que estar para lo que las necesita la ciudadanía y, en este momento de pandemia mundial, las reinventamos para atender estas urgencias con las que nos encontramos. La sala de baile de San Jaime es sala de espera tras la vacunación, la sala de exposiciones de Espai Mercat permite salvar vidas donando sangre, en el campo de Boqueras hay estudiantes de Bachillerato del Falomir para ganar espacio en su centro.

Absolutamente todas las instalaciones municipales se han adaptado a la nueva situación, igual que en su día decidimos mantener el mercado ambulante con medidas de seguridad para garantizar las compras seguras al aire libre. Piscina, gimnasio, vestuarios, Centro de Formación, Biblioteca, el propio ayuntamiento… Hasta el autobús urbano ha modificado su ruta habitual para pasar por la calle San Jaime con el objetivo de acercar al vecindario para la administración de las dosis contra el coronavirus.

La pandemia nos ha obligado a reinventarnos. Nunca antes la administración había hecho un esfuerzo similar que, durante los meses de verano, continuará en la costa para mantener la mayor parte de la actividad que nos permita la pandemia. Habrá cultura, escuelas de verano, actuaciones musicales, deporte para todas las edades... Y habrá, por primera vez, contenedores de recogida de basura orgánica para iniciar así el tránsito a otro modo de tratar los residuos. También sumaremos un punto de donación de sangre en la costa y, además, una bandera inédita: la azul ondeando en la playa de Benafelí.

Alcaldesa de Almassora