En las últimas semanas, se han disparado las cifras de mujeres asesinadas, después de la finalización del estado de alarma por la pandemia del covid, y estos asesinatos, punta del iceberg de la violencia machista, no cesan. También ha aparecido con más fuerza, por desgracia, la violencia vicaria, una forma de violencia machista, que se ejerce sobre las personas más vulnerables e indefensas que existen, los niños y niñas, para generar el mayor dolor que se puede provocar sobre una mujer, sobre una madre, que es hacer daño a sus hijos, por venganza. No asumen una separación, divorcio o el inicio de una nueva relación.

El simple hecho de no atender las necesidades básicas de los hijos, mientras están con él y hacérselo saber a la madre, es violencia vicaria. Es a la mujer a la que se quiere dañar y el daño se hace a través de terceros.

El maltratador sabe que, asesinando a sus hijos, la mujer no se recuperará jamás. Algunas de las frases más comunes utilizadas en los juzgados, «te voy a dar donde más te duele» y «no vas a volver a ver a tus hijos», que muchos maltratadores pronuncian, son unas claras amenazas y tienen un efecto perverso y es que la mujer no se atreva a denunciar. El último caso de esta violencia es de Olivia y Anna, las hermanas de Tenerife. Es un daño extremo. Espeluznante. La violencia vicaria en su máxima expresión. ¡Basta ya!

Para el logro de una sociedad plenamente igualitaria, resulta esencial la contribución activa de los medios de comunicación en la construcción de una conciencia social que rechace cualquier forma de violencia contra la mujer, y apoye inequívocamente a quienes la sufren. Asimismo, es fundamental incidir en el ámbito educativo, fomentando una educación en valores de igualdad y respeto a la diversidad, como ejes que están en el centro de nuestras libertades y de nuestros derechos de ciudadanía.

Es imprescindible facilitar el camino para realizar denuncias, endurecer las penas y resarcir a las víctimas. La lucha contra la violencia machista requiere de más recursos, servicios para prevenir estas situaciones, realizar una atención integral efectiva que garantice que las mujeres puedan vivir en libertad y ejercer de forma plena sus derechos. Para ello, UGT reivindica, ya que es fundamental, dignificar y reforzar los servicios que atienden, informan y protegen a las víctimas de violencia machista.

Desde UGT no nos olvidamos del plano laboral. Es necesario revisar las políticas públicas para fomentar el empleo de calidad e inserción de las mujeres víctimas de violencia de género, que permitan una independencia económica.

¡Basta ya! Os necesitamos en la calle. Los últimos días han hecho que la rabia, el dolor, la pena y la impotencia sea gritada a los cuatro vientos: más de siete asesinatos de mujeres en una semana, el asesinato de dos niñas por su padre, las sentencias que están arrancando a los hijos e hijas a sus madres, bajo el falso SAP (Síndrome de alienación parental), la entrada en prisión de Juana Rivas por intentar proteger a sus hijos siendo ella una víctima de violencia de género, la violencia sexual que no cesa ni un solo día y un larguísimo etcétera de todo tipo de violencias contra las mujeres por el simple hecho de serlo. ¡Basta ya!

Son motivos suficientes para asistir a la convocatoria realizada por la Coordinadora de Mujeres Feministas Castelló, de la cual UGT Comarques de Castelló forma parte, a la concentración que tendrá lugar el martes 22 de junio a las 19.30 horas en la plaza Huerto Sogueros en Castelló, con el lema Els masclistes ens maten. Cremen el patriarcat.

Es por todo ello que os hacemos un llamamiento para la erradicación de la violencia contra las mujeres. Debe ser un objetivo básico e ineludible de las políticas públicas, para cualquier país que esté comprometido con la protección de los derechos humanos la no discriminación entre mujeres y hombres y en el rechazo a cualquier forma de violencia. Contundencia con la violencia de género. UGT dice no a la violencia de genero y vicaria.

*Responsable de Igualdad de UGT Comarques de Castelló