Benicarló ha regresado a la palestra informativa. Y no para bien… Resulta que el de Benicarló es el ayuntamiento de toda la Comunidad Valenciana con más facturas en el cajón. Y por si usted, querido lector, no lo sabe, le diré que el término facturas en el cajón se aplica a todas aquellas facturas que han de ser aprobadas por el pleno con la figura del reconocimiento extrajudicial de crédito (REC). Es decir, se trata de facturas que no han seguido los procedimientos legalmente establecidos y que corresponden a prestaciones, ya sea de productos o de servicios, sin contrato formalizado.

Según un informe del Tribunal de Cuentas de la Generalitat Valenciana, el Ayuntamiento de Benicarló, presidido por la socialista Xaro Miralles, destinó más del 20% de su presupuesto a pagar ese tipo de facturas. ¡Más del 20%! Una auténtica locura. Pero la reprimenda parece haber caído en saco roto, pues las perspectivas para este año 2021 son aún más pesimistas que en el anterior: hasta el 30 de junio se habían aprobado facturas con REC por más de 3,5 millones de euros… ¡Y seguimos!

Tampoco podemos olvidar, para más inri, que el Ayuntamiento de Benicarló fue el único de toda la provincia de Castellón con una población superior a las 10.000 almas que en el 2020 no presentó presupuesto. En definitiva, un completo desastre de control presupuestario y un vertiginoso maremágnum de chapuzas y remiendos que define con claridad una gestión que desborda al actual equipo de gobierno municipal.

El equipo de gobierno de Benicarló se mueve entre la incompetencia y la impotencia. Está claro que le viene grande la gestión del municipio. ¿Hasta cuándo tendremos que soportar este descontrol?

Presidente del PP de Benicarló