Salvo algunos privilegiados, con la llegada de septiembre, la mayoría ya se ha reintegrado a sus quehaceres habituales, si se puede llamar así a la situación en que nos encontramos, infinitamente mejor que hace un año, pero esperando volver a la normalidad absoluta lo antes posible.

En estas fechas, lo que toca es la vuelta al cole, y parece que el sistema presencial es el elegido. Con todas las medidas de precaución. Y en el aspecto político, pues volveremos a la bronca continua, ya cansa, en el Congreso, por parte de los partidos de la oposición, y algunos que no lo son. Pero el verano no ha sido precisamente tranquilo, ya que con lo de Afganistán, !qué pena!, criticando la oposición la actitud del gobierno español, mientras era alabada por la mayoría de los gobiernos extranjeros, pero… bueno, es lo que hay. También se ha criticado, y con razón, la pasividad ante el desorbitante incremento del precio de la electricidad, ya que la única medida de reducir el IVA, aunque positiva, es a todas luces insuficiente. A fecha de hoy, creo que la inmensa mayoría de los españoles y españolas, no comprendemos esta barbaridad a qué se debe, y sobre todo no entendemos que no se puedan tomar medidas ante las empresas eléctricas. La oposición, mayoritariamente el PP, ha aprovechado la situación, como es normal, para tirarse a la yugular del gobierno, pero no estaría de mas recordar que la liberalización del mercado eléctrico en España, se produjo en 1996, con un decreto del Gobierno de José María Aznar. Así que menos tonterías y más buscar soluciones entre todos, con medidas que eviten estas situaciones, gobierne quien gobierne, porque al fin y al cabo, quien paga las consecuencias es siempre el ciudadano de a pie.

A nivel autonómico, la prioridad, obviando el covid, sigue siendo la financiación autonómica, esa que año tras año perjudica a la ciudadanía de la Comunitat Valenciana, sobre todo en la falta de recursos en servicios esenciales como sanidad y educación, notándose sobre manera en la provincia de Castellón. A fecha de hoy, afortunadamente, estamos todas las fuerzas políticas y sociales de acuerdo, en que hay que exigir al gobierno una financiación justa. Y digo afortunadamente, porque en la constitución inicial de la plataforma, el PP no se sumó, y en este tema tenemos que estar todos, porque nos afecta a todos, y no hay que parar hasta conseguir que se reconozca nuestro derecho a lo que nos corresponde.

En el ámbito sindical, desde UGT, entre otros temas, vamos a seguir reivindicando el incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), y la derogación de la Reforma Laboral. Estos días se está negociando el incremento del SMI, y como era de esperar, la patronal está en contra, dice que no es el momento. Y yo me pregunto ¿cuándo ha sido el momento de subir el SMI para la patronal?: nunca. De todas maneras, considero, que el incremento que se baraja por parte del gobierno es bastante inferior a lo que reclamábamos desde UGT. Además, hay que tener en cuenta que cuanto menor sea el incremento, mayor será la diferencia para llegar al 60% del salario medio al final de la legislatura. A buen entendedor…

No nos olvidamos de la Reforma Laboral, más concretamente de derogar los aspectos más lesivos, conforme se ha hecho con algunos, como el despido por estar de baja. Sobre todo, hay que derogar todo aquello referente a la negociación colectiva, como la prescripción de los convenios y la prioridad de los convenios de empresa sobre los convenios sectoriales, ya que la utilización de estas opciones por parte de algunas empresas ha supuesto el empobrecimiento de sus trabajadores y trabajadoras. Como ejemplo sirve perfectamente el convenio de hostelería de Castellón, sin negociar desde el 2013, y por lo tanto la mayoría de sus trabajadores percibiendo el SMI debido a su alta temporalidad. Asimismo, todos aquellos trabajadores y trabajadoras a los que modificaron sus condiciones pasando de un convenio sectorial a uno de empresa, evidentemente fue para empeorar esas condiciones, sobre todo los salarios. Desde UGT seguiremos reclamando que ningún trabajador o trabajadora tenga unas condiciones inferiores a las del convenio sectorial.

Secretario General UGT Comarques de Castelló