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Jose Martí

A FONDO

José Martí

Emprendedor/a. quo vadis?

En los pueblos no hay trabajo porque no hay empresas, por ello es esencial el emprendedurismo

En la Diputación se hacen muchas cosas, quizá algunas no suficientemente conocidas. Para muestra, un botón: fue una buena idea, se empezó con la administración anterior, funciona y lo que funciona no solo hay que conservarlo, sino mejorarlo e impulsarlo, cumple este año la sexta edición y se trata de Move up. Emprende con éxito, un intento de fomentar el emprendedurismo desde las administraciones públicas.

Una persona bienintencionada y amiga me lanzaba una idea: «¿Porqué no se desarrolla desde la Diputación un curso programa donde empresas con experiencia ayuden y asesoren a jóvenes y no tan jóvenes emprendedores que tienen una idea o un proyecto de negocio y no sepan como llevarlo a cabo?» Como supondrán, mi respuesta fue inmediata: ya se está haciendo. Además, desde hace seis años y con la inestimable ayuda del CEEI (Centro Europeo de Empresas Innovadoras) y el SECOT (Seniors Españoles para la Cooperación Técnica).

El pasado viernes 8 de octubre asistí, con el compañero diputado del área de promoción económica, Pau Ferrando, a la clausura de la actual edición que se ha desarrollado combinando la presencialidad y las sesiones on line y ha contado con la participación de 25 iniciativas.abía muy buen ambiente y en sus parlamentos respectivos muy buenos consejos de las empresas mentoras; además, fue para mí una agradable sorpresa que los tres proyectos ganadores tuvieran que ver con el interior de la provincia: el primero relacionado con el turismo gastronómico (Fruits de la Terra-Emocions de la Pobla de Benifassà), el segundo con el apoyo educativo a las familias (Centre Psicoeducatiu Somnia de Culla) y el tercero con la energía solar (Serreta Group de Atzeneta).

Esa relación --emprendeduría e interior-- viene de perlas para entrar de nuevo en el tema que de siempre nos ocupa y nos preocupa: el reto de la despoblación. Emulando al Capitan Tan: «En mis viajes por todo lo largo y ancho, sino de este mundo, sí de esta provincia» he podido comprobar dos hechos, que mueven al optimismo: el primero que nuestros pueblos están deshabitados, pero no están abandonados. Las familias han arreglado sus segundas residencias y sus calles y plazas lucen, por lo general, remozadas y cuidadas; además, y este sería el segundo aspecto positivo, nuestros pueblos gozan de buenas infraestructuras y servicios, mejorables, sin duda, y en eso estamos, pero tienen buenas carretera de acceso, servicio médico y escuela o transporte escolar, servicios sociales, piscinas, frontón, salones de actividades, etc. Ya digo, que todo es mejorable, sin duda, y en esa mejora no vamos a cejar -- mejorar accesos, conectividad, transporte público, etc, etc--, pero el problema no está ahí, no es ese. Es de otra índole.

El problema es que no tenemos población, no hay gente y no hay gente porque no hay trabajo y no hay trabajo porque no hay empresas. Por eso es tan esencial el emprendimiento en espacios rurales. Lo que nos faltan son emprendedores y emprendedoras que desarrollen sus proyectos de empresa, que al final son proyectos de vida, en el interior de nuestra provincia.

No es tarea fácil, pero para que eso ocurra las administraciones públicas hemos de hacer dos cosas: en primer lugar, favorecer fiscalmente las iniciativas empresariales que surjan en nuestros pueblos. Las zonas despobladas no pueden tener el mismo tratamiento impositivo que las ciudades. Las posibilidades de negocio no son las mismas. Una discriminación fiscal es esencial. Y en segundo lugar, una flexibilización y simplificación de los trámites burocráticos. Lejos de poner trabas administrativas hay que cuidar, mimar, incluso querer, las iniciativas que surjan en nuestros pueblos de interior. Ya lo hemos dicho en otras ocasiones: ante un proyecto emprendedor surgido en nuestro interior, la administración tendría que tenderle la alfombra roja y cuidarlo, cuidarlo como la flor más tierna y delicada de cualquier jardín.

Afortunadamente, y tras muchas luchas y mucho sufrimiento, se ha conseguido que en toda ley, orden, decreto o resolución, la perspectiva de género sea tenida en cuenta. De manera similar, hemos de luchar y reivindicar que la perspectiva demográfica o de despoblación esté también presente. Nos va en ello la tan manida y no siempre bien entendida cohesión territorial.

*Presidente de la Diputación de Castellón

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