La Dirección General de Costas, amparándose en unos deslindes de los años 70 y 90, entró en Torre la Sal como un elefante en una cacharrería, dictando una resolución para derrumbar todas las casas del histórico poblado marítimo por encontrarse, con arreglo a la Ley de Costas, en suelo de dominio público marítimo terrestre. Los propietarios, en plena pandemia y sin poder ver ni el expediente administrativo, presentaron alegaciones, pero fueron desestimadas.
Todas las casas tienen Escritura Pública, están inscritas en el Registro de la Propiedad, algunas tienen más de 100 años, siempre han pagado sus impuestos municipales e incluso el Ayuntamiento de Cabanes en los 80 vendió los terrenos de las casas de segunda línea. Y la propia Administración construyó en los años 90 el paseo marítimo. En su día se verá la falta de formalismos de los deslindes y la indefensión sufrida ante la Administración.
Esta actuación ha generado descontento, incredulidad y sobre todo inseguridad jurídica, al ser la Administración la que no ha tenido en cuenta derechos adquiridos y amparados en la legalidad. Para evitar el derrumbe de Torre la Sal, Ciudadanos presentó propuestas mediante una PNL en Les Corts Valencianes. El diálogo y la transacción de todos los grupos políticos hizo que se aprobara por unanimidad.
El acuerdo: la Generalitat tiene que instar al Gobierno de España a paralizar el expediente de derrumbe y a que se abra una mesa de diálogo entre Costas, Ayuntamiento y vecinos de Torre la Sal para garantizar su futuro. También debe estudiar la modificación de la Ley de Costas para proteger el histórico poblado marítimo de Torre la Sal. Y por parte de la Generalitat, se tienen que iniciar los trámites previstos Ley 41/1998 del Patrimonio Cultural Valenciano para implementar la protección de Torre la Sal.
*Portavoz de Ciudadanos de Medio Ambiente, Agua y Ordenación del Territorio en Les Corts Valencianes
