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Carlos Hidalgo

LA RUEDA

Carlos Hidalgo

Kufungisisa

A no ser que dominemos la lengua shona, que se habla en Zimbabwe, es complicado que sepamos que kufungisisa significa «pensar demasiado». Los zimbabwenses utilizan ese término para referirse, de manera literal, a lo siguiente: «me duele el corazón porque pienso demasiado». Y es que pensar mucho puede ser un arma de doble filo.

A lo largo de la historia, la humanidad se ha sentido orgullosa de su capacidad para reflexionar. Al contrario que otros animales, que se guían básicamente por su instinto, el ser humano dispone de la habilidad para reflexionar. Sin embargo, si esta capacidad para discurrir no se utiliza bien, nuestros pensamientos pueden hacernos daño y ser motivo de un desequilibrio emocional.

Se sabe que una persona suele tener 60.000 pensamientos diarios y que la mayoría son negativos, repetitivos o centrados en el pasado. Una teoría que intenta explicar el porqué somos así argumenta que en realidad la mente humana sigue comportándose como si estuviésemos en el Paleolítico. En aquel periodo, el ser humano debía estar atento a todos los peligros y aspectos negativos de su vida si quería sobrevivir: escapar de los depredadores, la escasez de alimentos, buscar un refugio seguro, etc. La teoría indica que, desde entonces, nuestra mente se enfoca más en los aspectos negativos, pues nuestro sistema activador reticular (SAR) pone atención solo a lo que puede salir mal, como una forma de supervivencia.

En Zimbabwe afirman que hay tres pasos para superar el pensar demasiado. El primero es Kuvhura pfungwa (abrir la mente), el segundo es Kusimudzira (elevarse) y el tercero Kusimbisa (fortalecerse). Afortunadamente, no es preciso acudir a la cultura africana para superar el kufungisisa. Existen terapias psicológicas que se centran en ayudar a las personas a relativizar y a ver el mundo de una forma distinta, modificando las creencias catastrofistas. Porque, como dijo Marco Aurelio: «La felicidad de tu vida depende de la calidad de tus pensamientos».

Psicólogo clínico

(www.carloshidalgo.es)

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