Síguenos en redes sociales:

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Depresión existencial

El pasado 13 de enero se celebró el día mundial de la lucha contra la depresión, trastorno emocional que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo y que se considera la primera causa mundial de discapacidad. Con la proclamación de este día se pretende sensibilizar, orientar y prevenir a la población sobre esta enfermedad, cuyas cifras aumentan de manera desproporcionada en el mundo.

Los principales rasgos de la depresión son la tristeza continua, la pérdida de interés o placer en actividades que antes nos resultaban agradables (anhedonia), la falta de concentración y la sensación de abatimiento. Existe un subtipo, llamado depresión existencial, muy común en personas con altas capacidades, que se da en perfiles de personas que padecen el peso de la injusticia o la desigualdad, que no hallan un sentido a la vida y que sufren el aislamiento por ver y sentir el mundo de un modo diferente al resto. Es un modelo de depresión que aparece en personas reflexivas e introspectivas caracterizadas también por tener mucho talento. Por lo tanto, hablamos de un perfil de personalidad que profundiza, quizá en exceso, en dimensiones como la muerte, la falta de libertad y la injusticia social, de una manera tan obsesiva que les lleva a vivir como desconectados del entorno.

Este tipo de depresión toma su nombre del existencialismo, corriente filosófica que centra su análisis en la condición humana, la responsabilidad individual, la libertad y el significado de la vida.

Jean-Paul Sartre, su máximo exponente, rechazó el Nobel de Literatura en 1964 explicando que él tenía por regla declinar todo reconocimiento o distinción, pues los lazos entre el hombre y la cultura debían desarrollarse directamente, sin pasar por las instituciones establecidas. Tal vez un ejemplo de la vida de aislamiento y soledad que tuvo cuando llegó a decir que, en su día a día, solo veía caras suaves y sonrientes en todas partes, pero con las miradas perdidas.

*Psicólogo clínico

(www.carloshidalgo.es)

Esta es una noticia premium. Si eres suscriptor pincha aquí.

Si quieres continuar leyendo hazte suscriptor desde aquí y descubre nuestras tarifas.