Las ciudades son las personas, la vida cotidiana, el trabajo, el ocio, el descanso, la convivencia, el bienestar y la salud ambiental. Los espacios urbanos se van transformando a medida que surgen desafíos y necesidades. Proteger el medio ambiente, construir ciudades más sanas, solidarias y amables son esos retos que debemos afrontar por el bien común.
Es el nuevo modelo de las ciudades del siglo XXI, la nueva mirada municipal de todas las urbes que prioriza la calidad de vida y un urbanismo ético y sostenible. Junto a estos avances, las normativas autonómicas, nacionales y europeas señalan con precisión una hoja de ruta que nos va a permitir crecer como ciudades más sanas y humanas. La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible son el eje de esta transformación positiva.
Ante el avance en Castelló, asistimos a un llamativo intento de involución partidista y calculado que está obstaculizando cualquier paso adelante de este Ayuntamiento. Se trata de la misma estrategia que impone el PP a nivel nacional y que está representando a la perfección Pablo Casado cada vez que desprestigia a su país ante la Unión Europea.
Se trata de destruir y minimizar los avances, mentir y crispar a la ciudadanía. Es un plan de acción política a la desesperada, tal como está sucediendo con el PP de Castelló. Esta derecha también elevó a la UE sus quejas sobre el proyecto de mejora de la avenida Lidón. Su eurodiputado González Pons visitó la ciudad hace unos meses para anunciar que haría todo lo posible para conseguir la retirada de los Fondos Europeos para este proyecto. Ir a Bruselas a pedir que quiten inversiones a nuestra ciudad cuando más las necesita es una clara muestra de que no les importa Castelló.
Referente de prestigio
El Ayuntamiento se ha convertido en un referente de prestigio, liderando la buena gestión y captación de Fondos Europeos para proyectos que van a mejorar la ciudad. Lo que ha hecho el PP local es tanto como negar oportunidades a Castelló. Lo mismo que ahora está haciendo Pablo Casado ante Europa. Desprestigiar, tensar la cuerda para que el Gobierno de España, Comunidades Autónomas y Ayuntamientos no puedan recibir los Fondos Europeos. Estas formas de participar en la política son deleznables, desleales y contrarias al bienestar de la ciudadanía.
Hace unos días, Bruselas volvió a recordar al PP que España recibe Fondos de Recuperación porque cumple sus objetivos con los proyectos, reformas e inversiones presentadas, y un mecanismo y procedimiento que, por cierto, aprobó en su día el grupo popular del Europarlamento. La historia es simple.
Es el caso del proyecto de Lidón, pero también es el de otras acciones municipales, ante las que generan un ruido ensordecedor que busca confundir y enterrar la voz de una mayoría silenciosa y sensata, esa ciudadanía cansada de estridencias, intimidación y manipulación, que no copa titulares. Las vecinas y vecinos castellonenses no merecen ser utilizados en relatos electoralistas de un partido político.
No olvidemos: las ciudades son las personas que las habitan y merecen respirar el mejor aire, las mejores políticas urbanas y oportunidades de futuro.
Alcaldesa de Castelló
