Las Zonas de Bajas Emisiones son áreas delimitadas a las que solo pueden acceder determinados tipos de vehículos no contaminantes o autorizados que nacen como respuesta al exceso de vehículos y gases contaminantes que están soportando la mayoría de las ciudades. Repercuten positivamente en el desarrollo de espacios más verdes, peatonales y amables en los centros de las ciudades y en la actualidad tienen un marco jurídico muy taxativo: todas las ciudades de más de 50.000 habitantes, tanto a nivel europeo como nacional con la reciente aprobación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, están obligadas a crear una ZBE antes de que acabe el año 2023.
En esta línea, recientemente conocimos la gran noticia de que Castelló había sido una de las ciudades seleccionadas por la UE para ser objeto de cofinanciación para la creación de una Zona de Bajas Emisiones. Además de ser una muy buena noticia en términos políticos, también lo es desde una perspectiva de gestión de recursos económicos, ya que esta actuación estará financiada en un 90% a través de fondos europeos y solo un 10% a través de recursos propios, con lo que podremos transformar nuestra ciudad y la forma en la que nos relacionamos con ella a muy bajo coste.
Negativa sistemática
Lamentablemente, como se vio en el pleno de la semana pasada, el PP va a continuar con su negativa sistemática a cualquier iniciativa del gobierno municipal poniendo palos en las ruedas bajo cualquier pretexto. Lo que resulta curioso es que se opongan a lo mismo que defienden y aprueban en otras ciudades como es el caso de Madrid, donde el gobierno del PP mete sanciones de 200 euros por circular por la Zona de Bajas Emisiones sin permiso. Frente al populismo y eslóganes sin rumbo, seguiremos defendiendo un modelo de ciudad verde, sostenible y de futuro.
Concejal de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de Castelló
