Las ciudades son entes vivos, espacios que precisan transformarse y avanzar al ritmo de sus habitantes, de sus necesidades y rutinas. También son espacios que deben comprometerse con el futuro, con la protección del medio ambiente y el hábitat natural que ocupan. Es una cuestión urgente salvaguardar el devenir ambiental, así como el bienestar ciudadano y el desarrollo socioeconómico.
Esta semana hemos tenido la oportunidad de visitar Copenhague para conocer de cerca la experiencia y la excelencia urbanística danesa, que ha ido rediseñando sus espacios urbanos para adaptarlos a la evolución de la vida ciudadana en confluencia con una firme defensa del medio ambiente. De hecho, Copenhague ha sido declarada Capital Mundial de la Arquitectura Urbana 2023 por la Unesco.
El reto de avanzar en la Agenda Urbana de Castelló, con el cumplimiento global de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, nos ha llevado a Dinamarca y Suecia, dos países pioneros en la planificación sostenible de sus ciudades. Esta visita forma parte del programa de formación y capacitación de los fondos europeos Next Generation del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, dentro del proceso de elaboración de la Agenda Urbana de Castelló. Se trata de un programa que interconecta y relaciona a las ciudades europeas ante los retos comunes de los ODS 2030.
Ha sido una experiencia y un aprendizaje de mucha utilidad junto al concejal de Urbanismo, José Luis López, y personal técnico municipal de la Oficina de Planificación y Proyección Económica y de Urbanismo, que cada día trabajan para mejorar la calidad urbana de Castelló. El diseño de estas ciudades nórdicas está al servicio de la ciudadanía, de la integración y convivencia de las personas. El urbanismo se concibe como un bien de uso colectivo, como un servicio público más, y como una herramienta fundamental para proteger el medio ambiente.
La sostenibilidad
Las ciudades se convierten en lugares de autoestima ciudadana, con espacios amplios y comunes en los que compartir, convivir y cuidar. Hay una complicidad social muy destacada ante la sostenibilidad, un compromiso colectivo de cuidar la ciudad y su medio ambiente. En Malmö, por ejemplo, se ha construido un ecobarrio en el que se promueven las cubiertas verdes y en el que han desarrollado un proyecto de regeneración urbana y sostenible que ha transformado la vida en esta zona de la ciudad sueca. Ha sido satisfactorio comprobar que las estrategias urbanísticas verdes que estamos aplicando en Castelló coinciden con estos beneficios que conllevan las políticas urbanísticas suecas y danesas.
Estamos transformando Castelló desde los parámetros del urbanismo del siglo XXI, desde un prisma sostenible e inclusivo, labrando, además, un futuro urbano respetuoso con la vida ciudadana y la protección de nuestro medio ambiente. No hay otra alternativa, es preciso seguir avanzando en esta hoja de ruta, la única que puede garantizar el futuro de las ciudades. Castelló está en el buen camino situándose en la primera línea de las urbes europeas en cuanto a una planificación y regeneración sostenible, socioeconómica, integradora e innovadora de la ciudad.
Alcaldesa de Castelló
