El Periódico Mediterráneo

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Marisol Barceló

LA CLAVE POLÍTICA

Marisol Barceló

No somos racistas

Cuando conocemos los graves ataques racistas que suceden en otros lugares del mundo como en EEUU por ejemplo, nos sentimos indignados y solidarizados con las víctimas, pero lo vemos como un problema alejado de nuestra pequeña órbita cotidiana, aquí no somos racistas, no existe ese problema, es más, tenemos la seguridad de que si preguntamos a la sociedad castellonense si se consideran racistas la respuesta mayoritaria sería un no rotundo.

Pero el racismo no responde sólo a las prácticas ya erradicadas de esclavitud (?) de siglos pasados o de la quema de cruces, no.

Existe hoy un marco de pensamiento que, de forma sutil pero persistente, mantiene la proliferación de estereotipos que van calando en el imaginario colectivo predisponiéndonos a un nosotros contra el resto, contra el diferente, de la misma forma que una gota de agua cae obstinada sobre la roca hasta que consigue modelarla a su antojo. Cuando por una parte decimos que no somos racistas, y por otra mostramos una cierta tibieza ante afirmaciones como "se llevan todas las ayudas sociales, son los responsables de la delincuencia, mételos tú en tu casa", y otras similares, colaboramos a fijar los estereotipos creando una atmósfera segregacionista desde la que vemos los acontecimientos de Melilla con una opacidad que llega a caer incluso en la permisividad.

Si a esto añadimos que los medios de comunicación han contribuido a crear un clima de animadversión con afirmaciones que distan mucho de ser inocentes, tales como "multitudes armadas con palos y piedras, asalto violento, avalancha masiva, estampida de migrantes" y la conclusión que manifestó la máxima autoridad en el Gobierno calificando de asunto bien resuelto la actuación de las fuerzas de seguridad, con todo ello se nos trasmite una imagen de masa humana, de horda, de multitud sin nombre ni historia detrás. ¿Alguien advierte la diferencia de otros refugiados que huyen de la guerra en Ucrania? ¿Acaso los migrantes que intentaban entrar en Melilla no huían también de guerras, hambrunas y miseria? No queda otra que rebelarse, romper los estereotipos, terminar con los discursos racistas en lugar de darles pábulo y luchar incansablemente por hacer unas políticas más inclusivas.

Los migrantes pueden aportar a nuestra sociedad multitud de beneficios, contribuir al crecimiento económico con su trabajo, al rejuvenecimiento de la población, al alza de la natalidad y al gran enriquecimiento social que supone la interrelación entre culturas distintas. Dado el gran número de personas migrantes que viven en Castelló consideramos necesario crear de un Consell Municipal de Migració para gestionar con rigor lo relacionado con el acogimiento e integración de quien viene de fuera, que les asesore e informe para que puedan acceder a la ciudadanía legal y a los recursos para su plena inclusión.

Portavoz de Podem Castelló

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