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Estar a la altura

El Ayuntamiento de Castelló ha atendido a 200 familias ucranianas que han huido de la guerra

Esta semana se ha cumplido medio año desde que Rusia invadió Ucrania y dio inicio a una guerra atroz de consecuencias humanitarias catastróficas e imprevisibles. Hace seis meses que ciudades como Castelló y del resto del país se levantaron al grito de No a la guerra pidiendo el cese inmediato del ataque ruso. Hoy, el conflicto está enquistado y multiplicando sus efectos sociales y económicos, también anímicos, en la población de toda Europa, de nuestro país y de nuestras ciudades, que se enfrentan nuevamente a un escenario de incertidumbre.

Hace medio año que nuestras ciudades se movilizaron para dar una respuesta social rápida y eficaz a la primera consecuencia de la guerra: la marcha del país de miles de ucranianos y ucranianas.

Recuerdo aquellos primeros días en los que el consistorio se movilizó para coordinar todas las acciones para atender a las víctimas y ponernos a disposición del Gobierno como Ciudad Refugio. Una situación crítica que requirió la puesta a disposición de todos nuestros recursos para esta emergencia social.

Desde entonces, desde el área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Castelló hemos atendido a casi doscientas familias ucranianas que han huido de la guerra. Casi quinientas personas refugiadas, doscientas de ellas niños y niñas menores de edad, que han acudido a los servicios sociales municipales. También ampliamos las ayudas de emergencia social para dar cobertura a esta crisis humanitaria y garantizar necesidades básicas como la alimentación y el alojamiento. Quiero trasladar mi gratitud a todas las personas que se han volcado para prestar la debida atención a quienes han tenido que abandonar su país para huir de esta cruel guerra. Una gratitud extensible a toda la ciudadanía de Castelló que también se movilizó en aquellas semanas para poder llevar hasta Ucrania todo tipo de material humanitario y de primera necesidad.

Fue esta una respuesta rápida a la primera consecuencia directa del conflicto bélico que a día de hoy seguimos manteniendo desde las instituciones públicas. Pero esta guerra está teniendo otros efectos como el aumento de los precios, también de los suministros eléctricos. Es un momento que precisa con urgencia de medidas extraordinarias como las que se están poniendo en marcha por parte del Gobierno de Pedro Sánchez para amortiguar estos efectos y proteger a las personas más vulnerables. Ya en marzo, el Consejo de Ministros aprobó el Plan de Choque de Respuesta a la Guerra (ampliado después) y que supondrá la movilización de cerca de 16.000 millones de euros en ayudas, rebajas fiscales y otras medidas pensadas para los colectivos más vulnerables y el apoyo a sectores y empresas más afectados.

Medidas necesarias y de relevancia han sido también las aprobadas en agosto y que han supuesto la aplicación de medidas de eficiencia energética y de sostenibilidad económica, pero también importantes ayudas en materia de becas y de transporte. Un decreto que el jueves fue convalidado en el Congreso a pesar del no de partidos como el PP, Vox y Ciudadanos. Un decreto que incluye medidas como los 400 euros más al alumnado con becas, la gratuidad de abonos de Renfe o la protección a transportistas. La derecha vuelve a no estar a la altura de las circunstancias y deberá explicar por qué ha votado no a medidas que protegen a familias, pymes y empresas ante la incertidumbre de esta guerra.

Alcaldesa de Castelló

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