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Carlos Mazón

A FONDO

Carlos Mazón

Presupuestos 2023: Castellón vuelve a perder

Los ciudadanos pagaremos unos servicios más caros y se castiga la capacidad de ahorro en las familias

La falta de inversiones del Estado en la Comunitat y las promesas incumplidas del Consell de Puig marcan esta semana de presupuestos de Sánchez y Puig para 2023.

Por un lado, el gobierno de Sánchez ha vuelto a ningunear a la Comunitat Valenciana relegándola a la cola de inversiones en los Presupuestos Generales del Estado, como lo ha venido haciendo desde hace años con la falta de financiación, el agua o el retraso en el Corredor mediterráneo. Ya no valen componendas ni poner paños calientes para justificar este nuevo desprecio. Se les han acabado las excusas. No podemos permanecer callados ante los agravios continuos del gobierno de la izquierda de Sánchez que se dedica a usar nuestra tierra como moneda de cambio.

Por otro lado, los presupuestos de la Generalitat para 2023 siguen siendo papel mojado. Los economistas dicen que «los presupuestos no son más que declaraciones de prioridades». Una declaración de intenciones que, en el caso de Puig, difícilmente terminan cumpliéndose porque no son más que ilusiones y anuncios electoralistas que luego no se ejecutan.

Las cuentas que ahora empiezan a debatirse en les Corts se traducen en más impuestos (cada valenciano pagará 430 euros más), más déficit (líderes a nivel nacional), más chiringuitos (aumenta el coste del sector público un 7% y se crean cinco nuevas entidades)… y más sueldo para Puig y sus consellers (se lo suben un 4%, 3.000 euros más).

En la provincia de Castellón son más de lo mismo y sale muy perjudicada, el 4,18% de las inversiones consolidadas. A lo que hay que añadir la baja ejecución y que contemplan unas inversiones que se repiten: los mismos colegios y los mismos centros de salud que, año tras año, son incapaces de ejecutar. Por poner dos ejemplos: sólo hay un millón de euros para Bejís (por el incendio) frente a, por ejemplo, los 1,8 millones para la piscina de Xàtiva; y los millones anunciados a bombo y platillo para el sector cerámico están en el aire y sin concreción (en realidad en el papel no hay ninguna partida concreta, ni de esos 50 millones en ayudas directas que aseguran ni de los otros 50 millones que prometen otorgar en créditos a largo plazo).

La autonomía con los impuestos más altos

La Comunitat Valenciana es la autonomía con los impuestos más altos a nivel nacional y aún prevén más para el próximo año. En concreto, para 2023 aumenta el IRPF, el impuesto de transmisiones patrimoniales, el impuesto de Patrimonio e incrementan todas las tasas y precios públicos. Es decir, los ciudadanos pagaremos unos servicios públicos más caros y, en una situación de crisis, se castiga la capacidad de ahorro en las familias. No les importa exprimirnos a impuestos. Lamentable. Además, el crecimiento galopante de la deuda hará que las generaciones futuras sean todavía más pobres que las actuales gracias a las políticas de Puig. También se inventan una serie de ingresos, ocultan la deuda real y recogen el fracaso de los fondos europeos.

Las cuentas, en realidad, tan solo se han convertido en un intento desesperado por parte de Puig por darle la vuelta a las encuestas en lugar de dar soluciones a los ciudadanos. En definitiva, este presupuesto es un ejercicio electoralista falto de rigor. Un acto de desesperación del Consell de Puig, que está agotado y de salida mientras no hace nada para atraer más inversiones del Estado para la Comunitat.

Presidente PPCV

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