Tras años de mucho trabajo y esfuerzo por parte de técnicos y políticos, y contando también con la participación ciudadana que, a través de la exposición pública ha podido presentar multitud de alegaciones, se aprobó en pleno del Ayuntamiento de Castelló el viernes 11 de noviembre el Plan General para la ciudad. Estamos de enhorabuena. Se trata de un plan que nos sitúa en el siglo XXI haciendo gala de sostenibilidad como factor que protege el presente sin arriesgar las necesidades del futuro, es decir un desarrollo económico y social contando con la protección ambiental.
Hace gala también de modernidad incluyéndose en el Plan una mirada desde una perspectiva de género que no significa una ciudad exclusiva para mujeres, sino una ciudad donde tengan cabida todas las personas en todas sus diversidades y en todos los momentos de la vida. Así una movilidad más compleja y no solo basada en los desplazamientos al puesto de trabajo y la percepción de seguridad son factores a tener en cuenta. También la peatonalización de calles, la accesibilidad y otros elementos que faciliten la movilidad urbana.
Con el Plan General se pone freno al libre albedrío de utilización de suelo para la especulación urbanística, lacra que ha venido sucediéndose durante décadas. Del número total de viviendas de nueva construcción (13.900) más de 3.800 serán viviendas protegidas.
Con la creación de tres grandes parques públicos se supera la ratio de 5 m2 de parque público por habitante. Se impulsarán otras medidas como cubiertas verdes y la reutilización del agua ante el reto del cambio climático.
Novedad clave
Este Plan presenta una novedad primordial con respecto al Plan que, desde la derecha, se puso sobre la mesa en 2012 y es fundamentalmente el tratamiento del suelo, en aquel Plan se mantenía un uso del mismo con fines especuladores mientras que ahora en el nuevo se prevé un crecimiento sostenible y cohesionador del territorio.
Durante al menos los próximos 20 años habrá un modelo donde mirar, una base sobre la que sostener el devenir del desarrollo urbanístico futuro que debe tener muy en cuenta el respeto por la naturaleza, por la biodiversidad, por la protección del suelo agrícola y las costas. Pero fundamentalmente será ejemplo para las futuras generaciones de un crecimiento armónico que tendrá muy en cuenta la habitabilidad en la ciudad desde una mirada amable, habitable y donde las personas sean las principales protagonistas.
Portavoz municipal de Podem Castelló
