El pasado día 10 se celebró el Día de la Salud Mental, fecha que nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre su importancia. A pesar de su relevancia, muchas personas todavía luchan en silencio contra sus problemas de salud mental, debido al estigma social. Porque un baldón suele dar lugar a la discriminación de manera evidente, por ejemplo, cuando se hace un comentario negativo sobre la enfermedad mental, o de forma más sutil como cuando nos evitan porque se asume que uno puede ser inestable, impulsivo o peligroso a causa de la enfermedad mental. Afortunadamente, cada vez son más los famosos que han visualizado sus patologías, contribuyendo a superar esta especie de mancilla que supone padecer problemas emocionales, fomentando la empatía. El cantante y compositor español, Alejandro Sanz, publicó hace unos meses, a través de redes sociales, una confesión asegurando que se encontraba muy inestable a nivel psicológico.
El futbolista y campeón del mundo Andrés Iniesta, que lleva años luchado contra una depresión, confesó que si no es gracias a su psicóloga no hubiese podido manejar sus emociones y seguir adelante. El cantante Dani Martín también ha hablado sobre su salud mental asegurando que lleva más de dos años haciendo terapia y que gracias a ella se encuentra en su mejor momento. David Beckham ha conseguido dar naturalidad al Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) que padece y ya no lo esconde. Un caso reciente ha sido el del jugador español de baloncesto Alex Abrines, quien decidió apartarse de la selección para recuperarse mentalmente de su trastorno mixto de ansiedad y depresión. Que gente tan célebre haya sacado a la luz sus luchas nos recuerda que cuidar de nuestra mente es esencial para vivir una vida plena y saludable, porque la salud mental tiene un impacto directo en nuestra forma de pensar, sentir y actuar. La salud mental es una prioridad y la felicidad, esencial. Nada va a cambiar si tu no cambias.
*Psicólogo clínico
(www.carloshidalgo.es)