Opinión | LA RUEDA

La regularización de inmigrantes

Querido/a lector/a, cuando el miércoles pasado leí en la prensa que todo el Congreso de los Diputados, salvo Vox, apoyó debatir una regularización de inmigrantes, se me alegró mi alma de español viejo. Aunque eso sí, mi júbilo se fundamentó en más de una razón. Posiblemente, y no es cuestión menor, porque soy nieto, hijo, yerno, marido, cuñado, tío, amigo y vecino de inmigrantes. No miento. Como casi todos si escudriñamos nuestras raíces. Pero, también, y como es notorio entre quienes me conocen, porque fui inmigrante en París. No fueron muchos años, pero como no éramos miembros de la UE, en un principio y durante poco tiempo conocí y sufrí la famosa maldición de la gitana: «Que algún día te encuentres en París sin papeles».

Barbaridades inhumanas

No obstante reconozco que, entre otros, hay tres argumentos que se desprenden de la propuesta y que, por decir la verdad, al tiempo que fortalecen mis convicciones me parece que son básicos para la vida política española en democracia: el primero tiene que ver con el hecho de que el PP acepta dialogar con el PSOE, con el Gobierno, de algo relacionado con la política y con una realidad concreta que afecta a la sociedad y se aleja del insulto y el ventilador de esparcir la mierda. El segundo me obliga a destacar que lo que se ha apoyado debatir es una iniciativa legislativa popular que surge, contra toda la manipulación y el mangoneo partidista que se suele hacer de los inmigrantes y de sus regularizaciones, de la voluntad popular solicitada y respaldada por 612.000 firmas de ciudadanos/as. Cuestión que debería ayudar a frenar, aunque solo fuera un poco, las barbaridades inhumanas que en este asunto suele vaticinar la extrema derecha.

En última instancia y como tercer argumento, pero posiblemente es el más importante, es que una regularización bien hecha abre la puerta a una integración social y económica en beneficio de estas personas y del país de acogida. Otra cosa es que, guste o no, la igualdad aún no será plena porque seguiremos negándoles la integración en derechos políticos.

Analista político