Qué (y cuándo) desayunar si quieres bajar de peso

Descubre varias opciones para comenzar el día de la mejor manera

R. Franco

Toda la vida nos han dicho que el desayuno es la comida más importante del día y razón no le falta. Gracias a un buen desayuno, donde los alimentos contengan gran calidad nutricional, podemos afrontar el día con más energía. Además, si desayunas bien, podrás llegar a la comida sin pasar hambre.

Pero para lograr mantenernos en el peso ideal hay que tener en cuenta qué comer, y no solo eso, sino también cuándo comer para que nuestro cuerpo queme más rápidamente las grasas que le suministramos.

¿Cuándo desayuno?

Daniela Jakubowicz, autora del bestseller 'The Big Breakfast Diet', asegura que hay que hacer la primera comida del día nada más despertarnos, ya que "nuestro cerebro necesita energía de inmediato". Lo ideal sería tomar el desayuno entre las 6.00 y las 10.00 horas de la mañana.

La experta afirma que es justo por la mañana cuando el cuerpo convierte los alimentos en energía y, por tanto, no almacena la energía sobrante en forma de grasa. 

Desayunos saludables

El portal portugués de salud, nutrición y bienestar ‘Tua Saúde’ revela algunas opciones de desayunos saludables:

  • Un pan francés o integral con queso blanco y un vaso de jugo de naranja.
  • Granola (copos de avena, semillas, frutos secos y frutas deshidratadas) con un yogur natural y trozos de frutas.
  • Café con leche descremada y sin azúcar, un pan de cereales con una cucharadita de mantequilla y una pera.
  • Cereales integrales con frutas variadas y leche de almendras.
  • Huevos revueltos con tostadas integrales con un batido de fresa preparado con leche de coco.
  • Panqueques de avena y plátano con mantequilla de cacahuete y fresas picadas en trozos.

Ahora bien, según explica la nutricionista Susana León, hay alimentos que no se deberían incluir en el desayuno como los cereales industriales, por el alto contenido de azúcar; los productos de panadería industrial, por las altas cantidades de harinas y azúcares; las bebidas energizantes, por sus contenidos de azúcar; y el pan blanco porque “provocan picos de glucosa en sangre”.