Euforia y escepticismo se mezclan a la hora de valorar el paquete de medidas recogidas en el Plan Galicia que el Gobierno anunció el viernes. La media: un moderado optimismo. Las primeras reacciones procedieron de la patronal. El presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia, Antonio Fontenla, recibió información de primera mano, ya que acudió a una reunión con el presidente, José María Aznar, y el vicepresidente primero, Mariano Rajoy, en la que ambos le explicaron las líneas maestras del plan.

Fontenla se mostró esperanzado y aplaudió que se recogieran dentro de estas iniciativas viejas demandas de su colectivo, como un AVE razonablemente rápido. El presidente de los empresarios aseguró también que el plan debe servir para crear empleo y "relanzar el proceso de convergencia con Europa".

UN PLAN "AMBICIOSO"

En la misma línea se expresó el decano de los economistas gallegos, el catedrático Antonio Grandío Dopico, que, a expensas de conocer los detalles y, sobre todo, la concreción en el tiempo y la distribución anual de lo presupuestado, considera el plan "ambicioso".

Grandío sostuvo que Galicia "mejorará, sin exagerar". El único punto oscuro que aprecia el catedrático es "la generación de empleo".

Para Grandío, las medidas anunciadas descuidan esta cuestión, por lo que cree que "serán necesarias iniciativas complementarias por parte de la Xunta".