La muerte apagó el miércoles por la noche para siempre la voz de la escritora extremeña Dulce Chacón, a los 49 años. Un cáncer fulminante, diagnosticado hace tan sólo un mes, truncó la carrera literaria de esta mujer que, según dijo su hermana gemela, Inmaculada, "era la personificación de la vida, la pasión y el compromiso".

Unas características que también han calado en todo el que la conoció y, prueba de ello, es la cascada de reacciones emotivas que ha provocado su prematura muerte en diferentes sectores y gente comprometida, como era ella.

Políticos, escritores, actores y numerosas personas anónimas pasaron ayer por la capilla ardiente de la escritora. Todos los que se acercaron a dar el último adiós a la autora de La voz dormida pudieron plasmar sus emociones en un libro situado a la entrada de la capilla ardiente.