Enfados desproporcionados, insultos, puñetazos, escupitajos, navajas y hasta pistolas. El personal de numerosos centros de salud y hospitales sufre a menudo las iras de los pacientes y sus familiares, sólo porque creen que han tenido que esperar demasiado o porque el doctor les niega una receta.

Para hacer frente a las agresiones y en protesta por la falta de medidas de protección, el Sindicato de Enfermería (Satse) ha comenzado a distribuir entre las enfermeras de hospitales y centros de atención primaria unos 10.000 silbatos. Todos azules, con el anagrama del sindicato y una tarjeta que dice: ´Protégete. Hazte oír´.

"Tan simple como parece. Los profesionales llevan el silbato colgado del uniforme y emiten un pitido como señal de alarma si hay peligro de agresión, lo que facilita la ayuda del personal del centro u otros pacientes y familiares", dicen de Satse.

Vejaciones, maltratos, intimidaciones, amenazas o agresiones son un goteo en consultorios y hospitales.