Gastaba millones sin haberlos ganado, sin haber trabajado nunca en serio. Lo de Porfirio Rubirosa, durante un tiempo yerno del dictador dominicano Trujillo --que unos días deseaba matarle y otros le trataba como a un hijo--, itinerante diplomático sin funciones concretas, fue vivir y amar. El libro El último playboy, de Jaume Royo-Villanova, recupera la leyenda del más famoso de los buscavidas, un exboxeador que alternaba conducir en las 24 horas de Le Mans y los partidos de polo con la búsqueda de tesoros perdidos o los intentos de timos con joyas en la España de la guerra civil.

Aunque sus mayores proezas fueron la conquista de cientos de mujeres, entre ellas, cinco que llevo al altar, sin que nunca una dijese algo negativo de él. Pero, además, la fascinante vida del bon vivant, que falleció estrellando su Ferrari en París (en 1965), va a ser llevada al cine como El primer playboy.

CLOONEY Y BANDERAS El papel se lo disputan Antonio Banderas, George Clooney, Benicio del Toro y Johnny Deep, todos más guapos que el modelo real, que tenía otros atractivos. El reparto femenino tiene en lista a Cameron Díaz, a la australiana Nicole Kidman y a Eva Longoria.

Rubi, como se le conocía, "incitaba al romance y la aventura". Era caballeroso, no solo por detalles como encender los cigarrillos a las mujeres. "Cuando estaba hablando con una señora de 80 años o con una niña de 4, la mujer más bella del mundo podía pasar frente a él y no la miraría. Él hacía que cada mujer se sintiese la más importante del mundo", relata una amiga del conquistador en el libro.

Aunque había algo más, porque "dominaba los puntos delicados de la seducción sexual" y, como describió Truman Capote cuando le preguntaron, tenía un miembro viril "mayor que un zapato del 46". Algo que corroboró su primera esposa, Flor de Oro, hija de Trujillo, que salió huyendo la noche de bodas.

PASIÓN POR GABOR Pionero de la jet en llevar jeans y mocasines sin calcetines, conquistó sin descanso, casándose con las actrices Danielle Darrieux --con ella coprotagonizó una escena de chulería en un restaurante con oficiales nazis que inspiró la de Los cuatro jinetes del apocalipsis-- y Odile Rodin --además de vivir una intensa pasión con la actriz Zsa Zsa Gabor-- y con las multimillonarias Pati Duke y Barbara Hutton. Además, Porfirio Rubirosa se codeó con Frank Sinatra y su clan, con los Kennedy e incluso con el rey Faruk. Así que a su entierro fueron desde camareras hasta a prostitutas y reyes.