El castillo Bran, considerado como una de las residencias del vampiro Drácula y el segundo edificio histórico más visitado de Rumanía, pasó ayer oficialmente a manos de sus propietarios legítimos, Dominic de Habsburgo y sus hermanas, como herederos de la princesa Ileana.

El ministro rumano de Cultura y Cultos, Adrian Iorgulescu, y Dominic de Habsburgo firmaron las actas de restitución que incluyen la cláusula aceptada por los propietarios de mantener abierto el edificio y su entorno al público, al menos por espacio de tres años, como museo de arte feudal. Dominic de Habsburgo Lotringen y Maria Magdalena Holzhausen estuvieron presentes en la ceremonia celebrada en esta antigua residencia familiar, que fue nacionalizada por los dirigentes comunistas en 1948, tras el destronamiento y expulsión del país del último rey de Rumanía, Miguel I.

Acogidos por los lugareños con flores y con pan y sal --símbolo de hospitalidad--, los descendientes de los Habsburgo redescubrieron los lugares de su infancia y vivieron un momento emotivo al reencontrarse con el viejo maestro de escuela que les había enseñado el abecedario.