Los centros de atención de inmigrantes irregulares menores de edad en Canarias están colapsados. Acogen al triple de jóvenes de los que pueden atender, 774 menores para 250 plazas.

"Podemos seguir habilitando plazas provisionales para albergarlos cuando llegan. Podemos seguir almacenándolos. Pero nunca podremos integrarlos en los programas de formación y conseguir que cuando alcancen la mayoría de edad no se queden al margen del resto de la sociedad", reflexiona Froilán Rodríguez Díaz, viceconsejero de Asuntos Sociales e Inmigración del Gobierno de Canarias, en un claro reconocimiento de que el archipiélago se declara incapaz de integrar a estos menores.

Canarias contabilizaba a día de ayer --la cifra crece jornada tras jornada-- 774 menores sin papeles. Los centros especializados transferidos a los cabildos insulares cuentan con 250 plazas, en los que ahora conviven casi 300 menores. El resto está en cuatro centros de emergencias, tres en Tenerife y uno en Gran Canaria. Estas instalaciones, por sus características y masificación, no pueden prestar a los jóvenes todas las atenciones que necesitan. "Es evidente que atravesamos una situación límite e insostenible", indica Rodríguez.

El Gobierno de Canarias anunció recientemente que estudia abrir dos centros nuevos, aunque no desveló fecha ni el lugar.

El presidente de Canarias reiteró ayer en su comparecencia ante el parlamento regional que ha pedido al Estado que cumpla con su obligación de procurar el reagrupamiento familiar y que promueva la corresponsabilidad del resto de comunidades para redistribuir a los menores.