El Vaticano anunció ayer la excomunión automática del polémico exorcista, cantante y arzobispo emérito (jubilado) de Lusaka (Zambia), Emmanuel Milingo, con quien el Papa mostró reiterada comprensión, pero ha acabado con la "vigilante paciencia" de la Santa Sede.

Milingo, de 78 años, ha quedado excomulgado "latae sententiae", es decir automáticamente, por haber ordenado obispos a cuatro sacerdotes estadounidenses casados, que asimismo han sido excomulgados y sus ordenaciones no reconocidas por el Vaticano. Desde que en julio Milingo reapareció en Estados Unidos abanderando la causa de los curas casados y asegurando que la coreana Maria Sung --con la que se casó en el 2001 y después repudió-- sigue siendo su esposa, el Vaticano siguió de cerca, "con preocupación", sus pasos.

Hasta ahora, oficialmente, la Santa Sede, calló, pero la ordenación de cuatro curas casados como obispos, oficiada por Milingo el pasado día 24 en Washington, fue la gota que colmó el vaso.

Ayer, el Vaticano manifestó que ha seguido "con viva preocupación" los pasos dados recientemente por Milingo, "con la creación de una nueva Asociación de Sacerdotes casados, sembrando división y desconcierto entre los fieles". El Vaticano precisó que exponentes de diferentes niveles de la Iglesia" intentaron en vano" contactar con Milingo para "disuadirle de proseguir con sus acciones, que causan escándalo, sobre todo en los fieles que han seguido su ministerio pastoral en favor de los pobres y enfermos".

La Santa Sede agregó que con este último "acto público", tanto Milingo como los cuatro sacerdotes "han incurrido en la excomunión latae sententiae, prevista por el Código de Derecho Canónico". El artículo 1.382 establece que "el obispo que confiere a alguien la consagración episcopal sin mandato pontificio, así como el que recibe de él la consagración, incurren en excomunión latae sententiae reservada a la sede apostólica".