Nobleza obliga y los presidentes de Aragón, Baleares y Valencia aparcaron, al menos por un día, las discrepancias que mantienen con el gobierno catalán a raíz de la aprobación del Estatuto. En un acto celebrado en el Palau del Lloctinent, en Barcelona, y presidido por la ministra de Cultura, Carmen Calvo, resaltaron la importancia de la constitución del Patronato del Archivo de la Corona de Aragón.

Las cuatro comunidades autónomas que constituían el antiguo Reino firmaron ayer la composición del órgano que gestionará uno de los archivos de referencia en historia medieval.

VOLUNTAD DE DIÁLOGO Los presidentes de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, y de Baleares, Jaume Matas (también del PP), así como el aragonés Marcelino Iglesias, (del PSOE), afirmaron en sus respectivas intervenciones que trabajaran con responsabilidad y lealtad para conseguir que el Archivo sea un referente para historiadores y ciudadanos que quieran conocer de cerca el pasado común.

El presidente catalán, José Montilla, agradeció a todos ellos su presencia en Barcelona y su voluntad de colaboración. Pero a pesar de la foto conjunta que le permitió a la ministra afirmar que "una imagen vale más que mil palabras" y el consenso mostrado en los discursos, lo cierto es que Marcelino Iglesias reiteró, en declaraciones a los periodistas, que el Estatuto "prevé extraer fondos que considera propios" y recordó que será el Tribunal Constitucional quien se pronuncie, tras haber admitido el recurso del gobierno aragonés.

El presidente Francisco Camps se mostró esperanzado en que las inquietudes que ha suscitado el Estatuto catalán "se vayan solventando" mientras que Jaume Matas prefirió no hablar de ello alegando que "no era el día".

En tono conciliador, Montilla afirmór que de la misma manera que se ha creado el patronato, las cuatro autonomías serán capaces de superar "los extremos" para hacer operativa su gestión.

Tras el acto de constitución del patronato, Carmen Calvo anunció que el archivo de la antigua Corona de Aragón será la primera candidatura española a "patrimonio europeo", categoría que están aún perfilando los titulares de cultura europeos.