Vicente Ferrer, hospitalizado desde el pasado viernes en el sur de la India a causa de una embolia cerebral, experimentó ayer una "leve mejoría", aunque su estado es todavía crítico. La fundación que lleva su nombre indicó en un comunicado que el cooperante barcelonés, de 88 años, "ha reaccionado a ciertos estímulos" y que los médicos del hospital de Anantapur en el que se encuentra ingresado "han detectado movimiento en un brazo y una pierna".

Su esposa y cofundadora de la oenegé, la británica Anne Perry, detalló que en la mañana de ayer Ferrer respondió con un ligero movimiento afirmativo cuando uno de sus hijos le preguntó si le escuchaba. Perry, en declaraciones a Catalunya Ràdio, consideró "un hecho extraordinario" los síntomas de mejoría y subrayó que su esposo "tiene mucha fuerza y muchas razones para vivir". Junto a Ferrer se encuentran además sus tres hijos y su sobrino Jordi Folgado, director general de la fundación en la actualidad, que cuenta con más de 155.000 colaboradores solo en España.

57 AÑOS DE LUCHA Nacido en Barcelona en abril de 1920, Ferrer ha luchado por los derechos de los más desfavorecidos desde que llegó a la India, hace 57 años, como misionero jesuita.

Más allá de la formación espiritual, desde un inicio el cooperante comenzó a aplicar sistemas de trabajo para el desarrollo de los campesinos y las castas más bajas. En 1969 se instaló en Anantapur --una de las zonas más pobres de la India-- y un año más tarde abandonó la Compañía de Jesús y contrajo matrimonio con Anne Perry. La fundación que crearon juntos asiste a más de 2,5 millones de personas. Cabe recordar que Ferrer ha recibido numerosos reconocimientos por su labor social.