Tras el inusitado movimiento antiburka, que ha recorrido Catalunya de arriba abajo vetando el uso de la prenda en las dependencias municipales de grandes ciudades como Lleida, Barcelona y L’Hospitalet de Llobregat –gobernadas por los socialistas–, la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, llegó ayer al Senado, donde se iba a votar una moción sobre este asunto que al final se retrasó hasta hoy, y pidió a los alcaldes de su partido que dejen de plantear por su cuenta y riesgo iniciativas destinadas a prohibir el velo integral. El razonamiento de Pajín fue doble: por un lado, pidió “tranquilidad” a los ediles porque el uso del niqab en España es, en la práctica, casi anecdótico –”lo que no vamos a hacer es reconocer una realidad que no existe”, dijo–; por otro, sostuvo que el actual ordenamiento jurídico ya proporciona suficientes herramientas para limitar el uso de tan detestada prenda.

Todos los partidos salvo el PP –autor de una moción en la que pide al Gobierno que prohíba el burka en la calle, yendo un paso más allá de lo establecido por varios ayuntamiento– están de acuerdo con la tesis de la secretaria de Organización del PSOE. Todos suscribieron una enmienda de sustitución a la iniciativa conservadora –incluído CiU, cuyos representantes en localidades como Reus y El Vendrell han transitado por la vía prohibicionista– que pide sosiego y reflexión frente a los vetos frontales.

El documento conjunto insta al Ejecutivo a “seguir colaborando con las comunidades musulmanas para promover e impulsar la integración y la convivencia”, “fomentar la educación en el respeto a la igualdad entre hombres y mujeres”, “impulsar acciones de sensibilización de los colectivos sociales” y “utilizar las facultades que otorga nuestro ordenamiento jurídico, en el que ya se recogen los instrumentos necesarios para dar una respuesta adecuada al uso del velo integral”. El PP juzgó “insifuciente” esta iniciativa: “Se queda corta”, según los senadores conservadores.

Pajín dedicó gran parte de su intervención a defender la acción del PSOE en materia de igualdad de sexo y a cargar contra el principal partido de la oposición. H