Un equipo internacional de científicos, con participación española, ha constatado que un gen asociado a la delgadez o a una menor cantidad de grasa corporal incrementa, paradójicamente, el riesgo a padecer enfermedad cardiovascular y diabetes tipo 2, patologías relacionadas con personas obesas. Esta es la principal conclusión de un trabajo que publica la revista científica Nature Genetics, en el que han colaborado un total de 72 instituciones de diez países, lideradas por el Consejo de Investigación Médica en Cambridge (Reino Unido).

En concreto, los investigadores han descubierto que una variante del gen IRS1 --este gen lo tienen todas las personas, lo que cambia entre los individuos son sus variantes-- está relacionada con tener menos grasa corporal.

Sin embargo, esta variante génica se asocia además con una mayor predisposición a padecer enfermedades metabólicas tradicionalmente vinculadas a la obesidad, entre ellas la diabetes tipo 2 (la más común). Belén Peral, del Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols --centro mixto del CSIC y la Universidad Autónoma de Madrid-- y una de los tres españoles involucrados en este trabajo, ha detallado que la relación entre IRS1 y algunas enfermedades metabólicas ya se conocía, no así la vinculación de esta variante y la delgadez.

Para explicar esta paradoja, los investigadores han encontrado que las personas con esta variante tienen menos grasa subcutánea (presente bajo la piel) y más grasa visceral (en el abdomen).

La hipótesis es que estos individuos podrían tener mermada su capacidad de almacenar grasa en el tejido adiposo subcutáneo (tejido “sano”) y que se acumularía en el tejido adiposo visceral. H