Ningún miembro de la familia real española asistirá el próximo sábado a la boda de Alberto de Mónaco con Charlene Wittstock, según confirmó ayer la Casa del Rey. El motivo que alega la Zarzuela es que la invitación de los Grimaldi iba dirigida a Juan Carlos en su calidad de jefe del Estado, y el Rey todavía se encuentra convaleciente de la operación para implantarle una prótesis de rodilla, a la que se sometió el pasado 3 de junio. Además, desde hace mucho tiempo, el Monarca solamente asiste a las bodas de sus familiares y delega en la Reina, los príncipes de Asturias y las infantas Elena y Cristina la representación de la Corona española en los enlaces reales. Al último de ellos, la boda de Guillermo de Inglaterra y Catalina, fueron la reina Sofía, Felipe y Letizia. Los Windsor y los Borbón tienen vínculos familiares.

A TÍTULO PERSONAL Aunque desde hace días se sabía que ningún miembro de la familia real iba a viajar a Mónaco (este diario publicó el sábado que los Príncipes no asistirían al enlace porque no habían sido invitados), la Zarzuela no confirmó hasta ayer la noticia. Aún cabe la posibilidad de que la infanta Pilar de Borbón, miembro del Comité Olímpico Internacional (COI), asista a la ceremonia, pero sería a título personal, por la relación de amistad que mantiene con el regente de Mónaco.

Según algunas fuentes, existe poca sintonía entre las dos casas reales a pesar de que Alberto, Carolina y su entonces esposo, Ernesto de Hannóver (que no acudió a la iglesia por sus excesos la noche anterior), estuvieron presentes en el enlace de los príncipes de Asturias.

Uno de los motivos que se atribuyen a la escasa relación de ambas instituciones es la desafortunada intervención de Alberto en la asamblea del COI, que se celebró en el 2005 en Singapur para elegir la sede de los Juegos Olímpicos del 2012. El príncipe monegasco cuestionó las medidas de seguridad de Madrid para convertirse en sede olímpica después de los atentados del 11-M. La pregunta de Alberto perjudicó a la candidatura española y favoreció a la de Londres, que acabó siendo elegida.

También ha sorprendido que los príncipes de Asturias no figuren en la lista de invitados y, sin embargo, sí esté incluido Luis Alfonso de Borbón, hijo del fallecido Alfonso de Borbón y Carmen Martínez-Bordiú, que asiste en calidad de heredero al trono de Francia. De momento, solo las casas reales de Bélgica y Suecia han confirmado su asistencia a la ceremonia del sábado.

Y mientras se celebra la boda monegasca, los príncipes de Asturias estarán en Valencia, donde tendrá lugar la regata de la Copa de la Reina, que este año tiene un aliciente especial. Será la última vez que el almirante Jaime Rodríguez Toubes, patrón del Aifos y uno de los instructores de Felipe cuando se inició en la vela profesional, participe en una regata de alta competición. El Príncipe no quiere perderse el homenaje al militar de la Armada del que tanto aprendió.