Fue una broma. Pero no se sabe si a Brad Pitt le hizo gracia que su amigo George Clooney dijera que era él al ser detenido ante la embajada de Sudán en Washington, el pasado viernes, por desobediencia civil, tras negarse a desalojar el lugar. Así lo han asegurado a Access Hollywood otro manifestante, Fred Kramer, un guardia de la celda y el director ejecutivo de la organización Jewish World Watch. Kramer también afirma que el intérprete no se calló mientras estuvo en la celda: "Fue bastante increíble, fue como una pequeña conferencia. Durante aquellas horas estuvimos hablando sobre cómo podrían hacerse las cosas y cómo debería el Gobierno de Estados Unidos tomar conciencia de esto".