La Dirección General de la Policía ha remitido una circular a todas las jefaturas superiores del cuerpo en la que, por razones presupuestarias, les ordena prescindir de los traductores que habitualmente asisten a los ciudadanos extranjeros que acuden a denunciar a comisaría. El escrito dice que, a partir de ahora, se atribuye esa función a los propios policías en caso “de ser posible”.

Fuentes policiales ya han llamado la atención respecto a esta medida y especialmente el modo en el que puede afectar al turismo. Se produce justo antes del verano cuando se desplaza a España un gran número de ciudadanos extranjeros para veranear y que en muchas ocasiones son objeto de robos u otros incidentes para los que se necesitan traductores en las comisarías. H