Asistir a clase no parece garantía de aprender. El 44 % de los estudiantes españoles recurre a clases particulares para reforzar la educación que reciben en colegios, institutos y universidades, la segunda cifra más alta en Europa, por detrás de Grecia (74%), y las familias suelen gastar una media de 700 euros por alumno.

Así se desprende de un informe elaborado por la plataforma educativa Euteri.com, según el cual, se ha producido una “importante expansión del uso de clases particulares” en todo el mundo, con porcentajes que oscilan entre el 20 y el 80% de los alumnos.

En España, esta plataforma destaca que en la última década ha aumentado el número de usuarios de clases particulares en un 50%, y llega a la conclusión de que más del 40% de los alumnos de Primaria y ESO reciben clases de apoyo en la actualidad.

CON RECURSOS // Ese porcentaje aumenta hasta el 50% entre los estudiantes que han suspendido alguna materia y va creciendo progresivamente en función del grado escolar, según precisa Euteri.com en un comunicado.

Uno de los principales problemas de las clases de apoyo es la dificultad de acceso a las mismas por parte de familias con pocos recursos económicos, destacan los responsables de la plataforma. “Solo las familias de rango social, económico y educativo medio-alto contratan este tipo de servicios”, matizan desde Euteri.com, según la cual las familias españolas se gastan más de 700 euros de media en esta actividad por cada hijo.

La mayoría de los alumnos que recurren a este servicio están cursando estudios de ESO y Bachillerato, y suelen pedir ayuda con las asignaturas de física, química, matemáticas e inglés.

Por otra parte, los principales usuarios de las clases de refuerzo en el mundo son los estudiantes asiáticos, quienes obtienen los mejores resultados académicos, seguidos de los alumnos que provienen de Europa del Este. H