Un juzgado de Melilla ha citado a declarar en calidad de imputados a ocho agentes de la Guardia Civil por los golpes que propinaron a un inmigrante subsahariano durante un salto a la valla fronteriza ocurrido el pasado 15 de octubre. La oenegé Prodein difundió un vídeo en el que se ve cómo un inmigrante es rodeado y golpeado por un grupo de guardias civiles, que posteriormente lo trasladan en volandas hacia el lado marroquí.

El auto del juez Emilio Lamo de Espinosa cita a los agentes con objeto de determinar si el empleo de la fuerza realizado ese día «fue o no contrario a derecho».

Para el magistrado, es necesario determinar si el empleo de la fuerza fue acorde a lo permitido por la ley, ya que, resalta el auto, en una grabación aportada por la Guardia Civil también se aprecia cómo el inmigrante “parece empuñar un garfio” en la mano derecha. El juzgado también quiere determinar si la práctica de entregar inmigrantes directamente a la policía marroquí puede constituir una infracción penal.

Entre los agentes citados a declarar hay miembros de la comandancia de la Guardia Civil de Melilla, entre ellos el coronel jefe, así como de la Agrupación de Reserva y Seguridad, que participaron en el despliegue.

Tras la citación, la Delegación del Gobierno en Melilla defendió ayer la labor que realiza la Guardia Civil en la vigilancia y custodia de la valla fronteriza, donde se actúa “usando siempre la fuerza conforme a los criterios legales de congruencia, proporcionalidad y oportunidad”.

“España tiene la obligación --en su condición de estado soberano y miembro de la Unión Europea situado en la frontera exterior del espacio Schengen-- de proteger, vigilar y salvaguardar sus límites fronterizos”, afirma la Delegación. Esa obligación, recuerda, impone a España la “responsabilidad” de impedir el cruce no autorizado, luchar contra la delincuencia transfronteriza y adoptar las medidas que procedan contra las personas que hayan cruzado ilegalmente.

SALTO A LA VALLA // Ayer, una treintena de inmigrantes logró saltar la valla de Melilla y dirigirse hacia el centro de internamiento de extranjeros de la ciudad, mientras que otros 15 permanecieron encaramados en lo alto de la alambrada durante más de cinco horas. Estos fueron devueltos a Marruecos. H