Frida es el nombre que tiene pendiente a México. Muchos creen que con ella, en un pequeño hueco, se encuentran de dos a cinco pequeños alumnos del Colegio Enrique Rebsamen --donde murieron sepultados más de 20 niños-- de la zona de Coapa, en el sur de Ciudad de México, cuando el número de víctimas fatales del terremoto llega a 253.

El esfuerzo por salvarla ha alcanzado un carácter emblemático del terremoto del 19 de septiembre, el segundo 19-S de esta sufrida capital. Con las transmisiones en directo, miles de personas se han emocionado cada vez que los rescatistas rompen en ovaciones, marcando algún avance, y han sentido frustración cuando no sale nada tangible.

Se ha convertido, incluso, en un amargo punto de debate, porque hay quien cuestiona la existencia misma de Frida: sus padres no están presentes en el área de trabajos ni han dado señales de vida, a pesar de las llamadas por televisión; además, algunas informaciones, como que alguien se comunicaba con ella --primero a golpes en una losa, luego a voces-- e incluso que le habían pasado agua, no han sido confirmadas con una declaración oficial de que ha sido localizada y de que se avanza con certidumbre hacia el objetivo. Al cumplirse 48 horas del seísmo, se agota el tiempo estimado de supervivencia en esas condiciones -pese a casos extremos en que algunos han resistido más de 72 horas--.

La angustia por Frida ha sido compensada por varios rescates célebres, sin embargo. Fue singular un vídeo del edificio derrumbado de Álvaro Obregón 286, en el que un voluntario logra introducirse subiendo entre los escombros, llegar hasta una mujer atrapada de nombre Ivonne, y consolarla. Eventualmente, se despejó el camino y su cuerpo, pies por delante, fue emergiendo poco a poco por el hueco abierto en una gran losa, de una manera inquietantemente similar a un parto: como nacer de nuevo.

El contraste lo da una creciente inquietud ciudadana, alimentada por rumores y por una comunicación deficiente por parte de las autoridades. En la medida en que el Gobierno pudo reaccionar, ha ido tomando el control de los trabajos de rescate (aunque muchos albergues y centros de acopio, además de operaciones logísticas y de apoyo, siguen siendo manejados totalmente por voluntarios) con unidades de policía y del Ejército y cuerpos especializados. El paso de los ciudadanos comunes es restringido a quienes están organizados en brigadas, salvo algunos casos en los que todos han sido excluidos.

TOPOS // El prestigiado grupo Topos Azteca, creado durante el terremoto de 1985, tiene autorización para colaborar. En la madrugada del jueves, no obstante, se retiró del Colegio Rébsamen en protesta por la introducción de maquinaria pesada para retirar escombros. En opinión de su líder Héctor Méndez, el «Topo Mayor», esto solo debe hacerse cuando hay certeza de que no hay supervivientes, mientras esolo debe emplearse el trabajo a mano.

Esta discrepancia se inserta en una ola de rumores que acusan a las autoridades de haber declarado el fin del periodo de búsqueda de personas para dar entrada a vehículos pesados y grúas, algo desmentido por Protección Civil. En la avenida Ámsterdam 107, donde del derrumbe de un edificio de siete pisos han extraído cinco cadáveres y un herido, hay maquinaria funcionando.