Más de 1.100 agentes de la Guardia Civil han nacido en el extranjero, como Karim, un marroquí que con 17 años llegó a España a estudiar arquitectura, pero en el tercer año de carrera descubrió su verdadera vocación. Hoy afirma tajante: «Si volviera a nacer, sería guardia civil». Con 6 años llegó desde Zhenjiang, su ciudad natal, Li, el único guardia chino de la Benemérita y que ya en el 2005 se convirtió en el centro de atención de la 110 promoción que acabó entonces. efe