La Dirección General de Tráfico (DGT) cuenta con métodos cada vez más sofisticados para detectar las irregularidades al volante y así poder mejorar la seguridad de las carreteras españolas, a la vez que sancionar a aquellos que nos ponen en peligro con sus imprudencias.

El exceso de velocidad es una de ellas y se cobra muchas vidas al año, por ello es una prioridad de la DGT detectar a los infractores. El arma principal con el que cuenta la Guardia Civil de Tráfico en la actualidad es el veloláser, el llamado radar invisible y cuya presencia se ha detectado en Castellón, en la Ronda Oeste de la capital de la provincia. Este tipo de radar se hizo famoso en Castellón por la historia del hombre que en Vall d'Alba destrozó uno frente a la Guardia Civil, furioso con la multa que le habían puesto.

Con una altura de tan solo 50 centímetros y un peso aproximado de dos kilogramos, estos radares se pueden acoplar casi en cualquier elemento de las vías, sujetos a las señales de tráfico o sobre un trípode. Son capaces de detectar a los infractores a una distancia de entre 15 y 20 metros, a velocidades comprendidas entre los 30 y los 250 kilómetros por hora. Además, estos aparatos funcionan tanto de día como de noche, y transmiten las imágenes a distancia a tiempo real.

Mapa con la ubicación de los radares

Presentes en toda la geografía española, su presencia es más habitual en Galicia, los alrededores de ValladolidMadrid Albacete. Destaca su ausencia en Extremadura, Teruel y en muchas zonas de Andalucía, además de las islas. La red social SocialDrive ha confeccionado el mapa en el que están situados.