Una experta alerta del peligro que tiene para nuestra salud comer patatas con brotes

El sabor amargo debe alertar de la presencia en el tubérculo de solanina, un pesticida natural perjudicial para el organismo

¿Qué hacer cuando salen brotes en nuestras patatas? En los casos más extremos lo ideal es apostar por tirar el producto.

¿Qué hacer cuando salen brotes en nuestras patatas? En los casos más extremos lo ideal es apostar por tirar el producto. / Kasikova Svetlana

F. Aznar

Los brotes de las patatas son pequeñas protuberancias o brotes que crecen en la superficie de las patatas. Estos brotes son en realidad tallos que crecen a partir de los "ojos" de la patata. Los brotes de las patatas son comunes en las patatas que se han almacenado durante un periodo prolongado de tiempo o en aquellas que han estado expuestas a la luz durante demasiado tiempo.

Mientras que los brotes de las patatas no son dañinos para comer, algunos estudios sugieren que pueden contener solanina, una sustancia tóxica que puede causar malestar estomacal, náuseas, dolor de cabeza y diarrea si se consume en grandes cantidades. La solanina es un químico presente de forma natural en la patata, que le sirve para protegerse de las plagas, pero que hay que evitar ingerir en grandes cantidades. Para saber si el tubérculo presenta una alta concentración de esta sustancia lo podemos detectar por su sabor amargo. Además si la patata está verde o contiene una alta presencia de brotes, también es una señal de que hay niveles elevados de solanina.

"Este producto químico tiende a concentrarse debajo de la piel de la patata, junto con la clorofila y en los brotes de nuevo desarrollo. Por lo tanto, puede ser aconsejable no comer patatas verdes o aquellas que han comenzado a cultivar brotes", afirma en The Conversation Caroline Wright, profesora titular de Horticultura en la Universidad de Nottingham Trent. 

Es importante por tanto retirar los brotes de las patatas antes de cocinarlas y evitar comer patatas con brotes grandes o con manchas verdes, ya que pueden tener niveles más altos de solanina. "Simplemente no comería ninguna pieza con un gran crecimiento de brotes y parches de color verde oscuro”, añade Wright. Al cortar la zona que ha empezado a germinar o que presenta color verde se reducirá cualquier posibilidad de una reacción tóxica. 

Desde la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid también destaparon recientemente cuál es la forma de ingerir este tubérculo sin peligro: "La intoxicación por solanina es infrecuente, ya que requiere ingerir grandes cantidades pero, por precaución, retire esas partes y no consuma las patatas que tengan un sabor amargo". También apuntan que la ebullición no destruye la toxina, presente debajo de la piel, así que se recomienda no cocer esas patatas con la cáscara. 

Con estos mimbres queda claro que si a la hora de cocinar tus patatas compruebas que estas tienen una gran cantidad de brotes o tienen un poco apetitoso color verde debes extremar las precauciones para evitar problemas de salud, añadiendo al respecto que estas patatas también son menos nutritivas, pues comienzan a asimilar los azúcares y vitaminas presentes. Para retrasar la aparición de estos brotes es recomendable también conservarlas en un lugar fresco y oscuro.

La mejor patata

Las patatas en buen estado deben tener una piel firme y suave sin manchas blandas, decoloración, moho o brotes grandes. Si la patata tiene manchas blandas o decoloración, esto puede indicar que se ha dañado y no se debe comer. También se deben desechar las patatas que tengan moho o que huelan mal. En general, es importante inspeccionar las patatas antes de cocinarlas y desechar cualquier patata que parezca estar en mal estado. Si tienes dudas sobre la seguridad de una patata, concluye Wright, “es mejor errar por el lado de la precaución y desecharla”.