Hypatia I

El diario de las científicas en 'Marte': "Estábamos aisladas, pero nunca nos sentimos solas"

Las integrantes de la primera misión Hypatia explican entusiasmadas el éxito del proyecto

Neus Sabaté ayuda a Cesca Cufí Prat a prepararse para una salida extravehicular.

Neus Sabaté ayuda a Cesca Cufí Prat a prepararse para una salida extravehicular. / HYPATIA

Valentina Raffio

Un equipo de astrofísicas, biólogas, ingenieras, matemáticas y periodistas acaba de protagonizar una insólita aventura 'extraterrestre'. Durante dos semanas, estas científicas han convivido en un simulador marciano situado en pleno desierto de Utah (Estados Unidos) para estudiar cómo, algún día, vivirán los futuros habitantes del planeta rojo. Ahora, ya de vuelta a Barcelona, las integrantes de la primera misión Hypatia explican, entusiasmadas, el éxito de su proyecto y las lecciones aprendidas en su viaje a 'Marte'. El Periódico, de Prensa Ibérica, ha recopilado un pequeño 'diario' con las "enseñanzas marcianas" de cada una de las integrantes de este proyecto.

Carla Conejo González, directora general y bióloga de Hypatia I

"El inicio de la misión fue un momento complicado para todas. En mi cabeza había muchas cosas que podían salir mal. Sobre todo en las salidas extravehiculares, en las que tenía miedo de no planificar bien la ruta y de desorientarnos en medio del desierto hasta perder las comunicaciones con la base. Pero en cuanto pisé el suelo marciano, contra todo pronóstico, sentí mucha tranquilidad. Habíamos preparado todo de forma tan concienzuda que sentía que nada podía salir mal. Y que, aunque lo hiciera, juntas íbamos a encontrar una solución.

Estoy convencida de que lo que hemos vivido en 'Marte' también ha cambiado nuestra narrativa vital y profesional. Ha sido un viaje apasionante de aprendizaje, de compañerismo, de esfuerzo, y de muchísimas risas compartidas. En Marte estábamos aisladas, pero nunca nos sentimos solas".

Mariona Badenas Agusti, comandante y astrofísica

"Una de las cosas que más me ha sorprendido de Hypatia ha sido la gran complicidad de todas las integrantes del grupo, tanto a nivel personal como profesional. A pesar de no habernos reunido todas en persona en un mismo lugar antes de emprender nuestro viaje a 'Marte', el equipo ha funcionado perfectamente en todos los aspectos. La actitud positiva de cada una de las integrantes, así como el respeto y apoyo de cada una con las demás, han sido factores clave para que Hypatia fuera todo un éxito.

A todos los niños y niñas que sueñan con llegar a Marte un día, mi consejo es que siempre estéis preparados para aprovechar cualquier oportunidad para explorar lo que os gusta. Nunca dejéis de luchar para conseguir vuestros sueños y rodearos siempre de un buen equipo, de gente que os apoye, que confíe en vosotros y que os acompañe en vuestro camino. Recordando un proverbio africano, "si quieres ir rápido, ve solo; si quieres llegar lejos, ve acompañado".

Ariadna Farres Basiana, responsable de salud y seguridad

"Una de las cosas que más me ha sorprendido de esta experiencia es darme cuenta de lo poco que necesitamos para vivir. Cuando vives en un entorno así, con recursos limitados, te das cuenta de lo privilegiadas que somos de vivir en grandes ciudades y con la casa llena de cosas. Pero en realidad con la mitad de lo que tenemos seríamos capaces de ser igual o más felices que ahora. ¿Un mensaje para los futuros viajeros de Marte? Les diría que disfruten del camino que escojan y simplemente sigan hacia adelante".

Cesca Cufi Prat, ingeniera

"Recuerdo con especial cariño el final de la simulación, la ilusión compartida de volver a salir al exterior, sentir la libertad de andar sin usar escafandra, sentir el viento y la luz del sol en la piel. Todo ello con la satisfacción de haber cumplido una parte muy importante de nuestro proyecto.

A las niñas y niños que sueñan con viajar a Marte, les diría que nunca pierdan la curiosidad y la ilusión de aprender, y que los más importante es ser feliz haciendo lo que a uno le gusta. Los mayores tenemos muchos estereotipos que inconscientemente limitan nuestras posibilidades. Ellos y ellas tienen una mente más libre y por lo tanto una mayor capacidad de crear, de inventar".

Núria Jar Benabarre, periodista a bordo

"Gracias a mis compañeras nunca me sentí aislada. El éxito de este viaje se debe, sobre todo, a la tripulación: tanto a la fuerza de cada una por separado como al poder de todas juntas. ¿La enseñanza con la que me quedo? Que el universo no pertenece a nadie así que más nos vale cuidarlo entre todas".

Laia Ribas Cabezas, oficial del invernadero (Greenhub)

"Me sorprendió mucho la cantidad de horas que se necesitan para el mantenimiento de una estación marciana. También me sorprendió cómo en una misión así siempre acaba faltando el tiempo para desarrollar todos los proyectos de investigación que querrías. La parte positiva fue el conocer, vivir y querer a las demás compañeras de la misión. De cara a un futuro creo que para pisar el planeta rojo se necesitan muchas disciplinas profesionales. Por eso, para mí, la lección más importante es trabajar siempre con lo que se disfruta porque, con mucha paciencia y voluntad, se puede llegar al objetivo".  

Neus Sabaté, ingeniera de la misión

"Me sorprendió lo motivador que es formar parte de una tripulación las 24 horas del día y sentir que la tarea que llevas a cabo bajo un rol determinado contribuye al éxito colectivo de la misión. Lo bonito de la misión fue que se estableció una gran sintonía entre nosotros desde el primer momento y esto hizo que el día a día estuviera lleno de complicidad y buenas sensaciones. ¿Un mensaje para las futuras generaciones? Adelante, nada más estimulante que perseguir un sueño".

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