El estrecho margen de maniobra cuando dos autobuses se cruzan en el lugar del accidente de Covadonga

La investigación del accidente de un autobús turístico en Los Lagos de Covadonga, acontecido el pasado lunes, con un saldo de seis heridos graves, tardará en completarse más tiempo del habitual en estos casos, según advirtió este martes la Guardia Civil. Sin embargo, el presidente del Principado, Adrián Barbón, quiso despejar una duda relevante sobre un factor que había generado abundantes dudas y controversias. "No, no fue al cruzarse ninguna autocaravana. Fue al cruzarse dos autobuses, información oficial y contrastada", subrayó el jefe del Ejecutivo en un mensaje emitido a través de la red social Twitter.

Crónica del día en el que el corazón de Asturias rozó la gran tragedia: el accidente de los Lagos de Covadonga

Había circulado el rumor de que el autocar se había salido de la carretera y dado dos vueltas de campana al encontrarse con un coche o una autocaravana en una vía que se caracteriza por su estrechez y sinuosidad. Finalmente, Barbón aclaró que los protagonistas más directos del siniestro fueron dos autobuses que cubren esa línea turística de los Picos de Europa, en la que la empresa Alsa dispone de la concesión exclusiva en materia de autobuses. El mismo lunes, Jorge García, viceconsejero de Infraestructuras, había lanzado un mensaje encaminado a significar que el Gobierno asturiano tenía hechos sus deberes en la zona: "Se puede garantizar que la plataforma de la carretera está en buenas condiciones, no ha sufrido ningún desprendimiento".

Los datos permiten hacerse una idea de la situación con cierta facilidad. En la zona del accidente –una recta de unos cien metros que los conductores denominan Ubardón–, la calzada tiene un ancho aproximado de 5,35 metros. La anchura de los autobuses que cubren la línea es de 2,5 metros. Esto significa que entre ambos vehículos suman un margen de maniobra máximo de 35 centímetros, o sea, 17,5 centímetros cada uno.

En el vehículo siniestrado viajaban 48 turistas y el conductor. Del otro autobús no hay más noticias porque Alsa no ha reconocido su existencia y se ha remitido en todo momento a las conclusiones del atestado de la Guardia Civil, pese a que los operarios de la compañía de transporte de viajeros estaban el lunes en el lugar del accidente tomando medidas y datos.

El conductor, ingresado

El último parte médico emitido por la Consejería de Salud indicaba que permanecían ingresados seis de los heridos en el accidente: los dos más graves en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y los cuatro restantes en el Hospital de Arriondas, todos ellos "estables". El conductor del autobús, residente en Oviedo y profesional de dilatada trayectoria, está en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del HUCA pendiente de la realización de varias cirugías.

La Guardia Civil está investigando las causas del accidente, que pudo convertirse en una tragedia de mayores magnitudes si el autobús llega a dar alguna vuelta más ladera abajo. Desde el Instituto Armado no quieren avanzar nada respecto a las pesquisas a la espera de concluir el atestado, algo que llevará "un poco más de tiempo de lo normal", aclaró Alberto Aguilera, teniente coronel jefe de Operaciones de la Guardia Civil en Asturias, al tener que recabar los testimonios de los 49 ocupantes que iban dentro del vehículo. Aguilera explicó que, "por protocolo", se ha practicado al conductor del autobús accidentado un análisis de sangre para descartar la presencia de alcohol o estupefacientes. Igualmente, "se investiga si la carretera está en buen estado", para determinar que no haya mediado ningún desprendimiento del asfalto en el suceso. Igualmente, mencionó que la dispersión de los testigos –turistas de procedencia muy diversa– y el ingreso hospitalario de algunos de ellos alargará las labores de toma de declaración.

El teniente coronel señaló que la carretera de acceso a los Lagos tiene una anchura media de 5,35 metros, cifra que coincide aproximadamente con la de la zona del siniestro. "Hay partes", no obstante, en las que la vía "no es tan estrecha", añade, "miradores" y zonas que "se aprovechan" para el cruce de los vehículos. Los taxistas y conductores de autobús "están acostumbrados" a estas operaciones, reseña, invitando a considerar que "todos los días hay cientos de maniobras de este tipo y hasta ahora nunca había ocurrido nada".

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