Accidente en Asturias

Crónica del día en el que el corazón de Asturias rozó la gran tragedia: el accidente de los Lagos de Covadonga

El siniestro, que afectó a 48 pasajeros, pudo ser mucho más grave si el vehículo prolonga su caída unos metros

La Guardia Civil investiga el motivo de la salida de la calzada

Grave accidente en Covadonga al despeñarse un autobús con niños que iba a los Lagos.

Grave accidente en Covadonga al despeñarse un autobús con niños que iba a los Lagos. / DAVID CABO

Pablo Álvarez / Marcos Palicio / Pablo Tuñón

Los Lagos de Covadonga (Asturias), símbolo por excelencia del Paraíso Natural, se vieron ayer sacudidos por un suceso que pudo alcanzar la categoría de tragediaAl cruzarse con otro vehículo, un autobús con 48 turistas se salió de la calzada y dio dos vueltas de campana. Sucedió en una zona de hierba y maleza que presenta una pendiente suave al principio y más pronunciada después. Afortunadamente, se frenó. Si hubiera dado un giro más, probablemente hubiera tomado velocidad y estaríamos hablando de un drama con mayúsculas en los Picos de Europa, en pleno corazón de Asturias.

Todos los ocupantes del autocar –incluido el conductor– fueron trasladados a centros sanitarios de la región. En su mayor parte presentaban lesiones de escasa importancia, y algunos sufrieron fracturas más serias. Buena parte de ellos recibieron el alta durante la tarde de ayer o la recibirán hoy. Muchos podrán reanudar sus vacaciones o recuperarse en sus domicilios. Y todos tendrán en la cabeza que volvieron a nacer: que una excursión que emprendieron con ilusión en un día soleado y en un escenario de inmensa belleza pudo acabar de la peor manera imaginable.

¿Qué sucedió? La Guardia Civil de Tráfico está investigando las causas de lo sucedido. Y tanto Alsa, empresa propietaria del autobús, como el Gobierno asturiano, remiten a esa investigación, de la que no han trascendido datos oficiales. En consecuencia, lo más concreto que existe hasta el momento es el testimonio de los viajeros:

–El autobús ha rozado los bajos, ha empezado a sonar como que se desprendía el asfalto, como gravilla. No sé si se cruzó una furgoneta o un coche, pero he notado que frenaba un poquito y se iba hacia un lado, esperando a que pasara el otro. Hemos escuchado el roce de los bajos y, poco a poco, ha pegado dos vueltas de campana –relató a LA NUEVA ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica, Verónica Martín mientras los sanitarios atendían en la misma cuneta de la carretera a su marido, Javier Sanz, militar, quien ejerció como tal atendiendo a otros viajeros heridos hasta que se derrumbó por el esfuerzo, la tensión y el dolor de cuello.

"Tengo claro que el cinturón nos ha salvado la vida, a mí y a mi familia", remachó Verónica Martín con asombrosa serenidad.

El accidente tuvo lugar hacia las 11.50 horas en un tramo recto de unos cien metros que los conductores expertos denominan Ubardón. Está ubicado unos 800 metros más arriba de El Mirador de la Reina. En esa zona, la calzada tiene un ancho aproximado de 5,35 metros. La anchura de los autobuses que cubren la línea turística es de 2,5 metros. Jorge García, viceconsejero de Infraestructuras, quiso dejar claro que la calzada no había fallado: "Se puede garantizar que la plataforma de la carretera está en buenas condiciones, no ha sufrido ningún desprendimiento".

Las primeras alertas eran inciertas y alarmantes. La posibilidad de que hubiera heridos y niños atrapados hizo que rápidamente se movilizase un gran dispositivo con dos helicópteros, ambulancias, bomberos y Guardia Civil. Finalmente, se descartó que hubiese que evacuar a personas atrapadas en el autobús, por lo que parte del dispositivo dio media vuelta. Con todo, se movilizaron más de cien personas, además de 26 sanitarios del Hospital de Arriondas que, en un gesto ejemplar, acudieron a su centro de trabajo de forma voluntaria.

El recuento final de atenciones médicas elevó a 37 los heridos leves, además de los seis graves y de otros seis que –según el último balance facilitado por el Principado– presentaban lesiones de menor consideración. Cuatro de los lesionados más graves tuvieron que ser evacuados en los helicópteros de Bomberos de Asturias y la Guardia Civil al Hospital de Arriondas (dos mujeres) y al Hospital Universitario Central de Asturias (una mujer y un varón). Las otras dos heridas graves fueron trasladadas en UVI móvil; y las seis cuyo estado no era tan grave a Arriondas (tres), Cabueñes (una) y Valle del Nalón (dos).

Diez de los pasajeros eran menores con edades comprendidas entre los ocho meses y los trece años. Fueron trasladados con sus familias a Arriondas y Cabueñes.

A las 18.30 horas de la tarde ya habían recibido el alta 19 de las personas que recibieron atención hospitalaria. En el HUCA permanecían anoche, estables, dos de los heridos. Estaban en la UVI con fracturas diversas pero sin órganos vitales comprometidos. Los médicos no esperaban complicaciones y pronosticaban una evolución favorable.

Grave accidente en Covadonga al despeñarse un autobús con niños que iba a los Lagos

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Ésas son las consecuencias físicas –indeseables, por supuesto, pero limitadas– de un suceso que pudo teñir de luto un 31 de julio, eje central del verano. Luego, más difíciles de contabilizar, estarán las secuelas psíquicas, fruto del susto y la angustia.

A las 16.20 horas se daba por completamente cerrado el operativo de rescate. Y por fin pudieron empezar a desfilar hacia abajo los coches –esos que suben antes de las 7.30 horas– y autobuses atrapados en la carretera de Los Lagos, algunos durante más de cuatro horas. Por allí quedaban agentes de la Guardia Civil tomando medidas y revisando la zona del accidente una y otra vez. Y lo mismo hacían los empleados de Alsa, tras retirar restos de un autobús que, por fortuna, no se convirtió en una jaula mortal.

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