Las tres multas más raras que te puede poner la DGT: La última te sorprenderá

Tanto los peatones como los conductores deben seguir unas normas que en ocasiones son tan desconocidas como llamativas

Ojo a lo que podemos hacer en la carretera y lo que no.

Ojo a lo que podemos hacer en la carretera y lo que no.

La DGT, o Dirección General de Tráfico, es el organismo encargado de regular y gestionar el tráfico y la seguridad vial en las carreteras del país. Sus responsabilidades incluyen la regulación del tráfico, la emisión de permisos de conducir, la realización de exámenes teóricos y prácticos de conducción, la inspección técnica de vehículos y la aplicación de normativas relacionadas con la circulación vial, entre otras funciones.

Es crucial seguir las indicaciones de la DGT, pues están diseñadas para garantizar la seguridad de los conductores, pasajeros y peatones. Cumplir con las normas de tráfico ayuda a reducir significativamente el riesgo de accidentes viales. Además, seguir las indicaciones de la DGT contribuye al orden y la fluidez del tráfico en las carreteras, evitando congestiones y mejorando la eficiencia del transporte. Asimismo, el cumplimiento de la normativa vial es obligatorio y su respeto ayuda a evitar sanciones y multas.

Entre estas sanciones y multas encontramos algunas que no son conocidas por la mayoría de los usuarios, que pueden verse sorprendidos por un reglamento que va mucho más allá de las tradicionales multas por exceso de velocidad, por conducir bajo los efectos de alcohol o drogas, circular en dirección prohibida o estar mal aparcados.

Entre las multas más extrañas que nos podemos encontrar están las siguientes:

  • Discutir al volante o besar al copiloto, que cuentan con una sanción de 80 euros. Idéntica multa nos encontramos por hacer una peineta a otro conductor o por morderse las uñas al volante.
  • Más caro te puede salir arrojar objetos a la vía o a sus inmediaciones. Si tiramos papeles, colillas, pañuelos… la sanción asciende a los 200 euros. 
  • También te tocará rascarte el bolsillo con 200 euros si llevas colgado un cartel de ‘Se vende’ en las ventanillas o si tienes la matrícula sucia, impidiendo a las autoridades identificarla.