Las tres enfermedades que ayuda a combatir el mate

La infusión más consumida en países como Argentina o Uruguay, y que cada vez es más habitual en otros puntos del mundo, contiene un buen número de propiedades beneficiosas para la salud

La yerba mate es algo más que una infusión en varios países de Sudamérica.

La yerba mate es algo más que una infusión en varios países de Sudamérica.

La infusión del mate es una bebida tradicional originaria de Sudamérica, especialmente popular en países como Argentina, Uruguay, Paraguay y partes de Brasil. Se prepara con hojas secas y trituradas de la planta de yerba mate, que se colocan en un recipiente especial llamado mate. Luego se vierte agua caliente sobre las hojas, y se bebe a través de una bombilla, que es un sorbete de metal o bambú que actúa como filtro.

El mate es más que una simple bebida; es un símbolo cultural y social en muchas comunidades sudamericanas. Se comparte entre amigos y familiares, a menudo durante largas conversaciones. Además de ser una fuente de cafeína, el mate también se considera estimulante y nutritivo debido a su alto contenido de antioxidantes y nutrientes. Su sabor único y su ritual de preparación y consumo lo convierten en una parte integral de la vida diaria de muchas personas en la región.

El sabor del mate es único y combina notas herbales, amargas y terrosas, con un ligero toque ahumado. Algunas personas lo comparan con el sabor del té verde o la hierba verde fresca, pero con una amargura más pronunciada. La intensidad del sabor puede variar según la calidad de la yerba mate utilizada, así como el tiempo de infusión y la temperatura del agua. Además, el mate puede adquirir matices adicionales dependiendo de si se prepara con hierbas adicionales, como la menta o el boldo, que son comunes en algunas variantes regionales de la bebida.

Mucho más que sabor

Más allá de la tradición o el gusto por esta infusión lo cierto es que la yerba mate contiene ciertas propiedades beneficiosas debido a su alto contenido de antioxidantes, vitaminas y minerales. Estos compuestos ayudan a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo, lo que puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas. Además, esta bebida contiene cafeína y otros estimulantes naturales que pueden mejorar el estado de alerta mental, aumentar la energía y promover la concentración. 

Entre los efectos positivos que puede provocar el consumo regular de yerba mate se encuentra el de ayudar a combatir estas tres enfermedades: 

  • Diabetes tipo II: Un estudio realizado por la Universidad Federal de Santa Catarina en Brasil, y publicado en el medio especializado Journal of the American College of Nutrition, sostiene que bebiendo regularmente la infusión de yerba mate, se puede reducir el riesgo y en algunos casos hasta detener el padecimiento de Diabetes Mellitus tipo II. El estudio realizado en pacientes diabéticos y pre diabéticos demostró que la yerba mate mejora tanto el control de azúcar como el perfil de grasas en la sangre de los pacientes.
  • Enfermedades cardiovasculares: Al impedir que se acumule colesterol malo y triglicéridos en las arterias, ingerir mate permite reducir el riesgo de padecer arteriosclerosis y enfermedades cardiovasculares; y aumenta el colesterol HDL, conocido como “colesterol bueno”, que protege contra los ataques al corazón. Los polifenoles de la yerba mate también protegen el tejido del miocardio y previenen la muerte celular asociada a la restricción de flujo sanguíneo en enfermedades como el infarto cardíaco.
  • Parkinson: Un estudio experimental desarrollado por la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires y publicado en la prestigiosa revista Movement Disorders ha demostrado que la yerba mate podría aumentar la duración de las neuronas afectadas por la enfermedad de Parkinson. El estudio sostiene que algunos compuestos de la yerba mate como la teobromina y el ácido clorogénico demostraron tener propiedades de neuroprotección más potentes que la cafeína y la nicotina, sugiriendo que el mate podría contener la clave tanto para prevenir la enfermedad de Parkinson, como para el desarrollo y perfeccionamiento de tratamientos en el futuro.