Funcionarios del Grupo tienen conocimiento de que un grupo de rumanos con sede en la localidad de Betxí opera en Castellón como presuntos proxenetas.

El día 21 se procede a acudir a un local de alterne sito en la localidad de Vila-real, y allí se encuentra a una menor rumana, trabajando con la consabida fotocopia de la hoja del pasaporte donde constan sus datos, con la fecha de nacimiento falseada. Allí se observa cómo otra de las mujeres del club se retira, y efectúa una llamada con el móvil para alertar a los demás miembros del grupo, por lo que se ha procede a su detención y a la del del encargado del negocio.

Paralelamente, otros efectivos del grupo policial vigilan la casa donde se había establecido el grupo de delincuentes y han detenido a la salida de la misma al hijo del supuesto cabecilla y a otro presunto delincuente cuando salía de la casa 10 minutos más tarde. Los detenidos presuntamente se dedican a amedrentar a las víctimas y al traslado de las mismas desde la casa hasta los locales de alterne y desde los locales hasta la casa, donde las vigilan.

Posteriormente se registra la casa de Betxí, donde se encuentran dos catanas y varios pasaportes rumanos, así como se observa el cuarto donde se supone que tenían retenidas a las víctimas, en el que sólo había unos colchones.