Un indigente extranjero fue rescatado ayer por la tarde de una de las fosas existentes en el interior de la antigua papelera El Mijares, tras precipitarse desde una altura de tres metros y medio. El herido, de unos 40 años, tuvo que se rescatado por los bomberos, personal sanitario y la Guardia Civil por medio de unas cuerdas para lograr sacarlo de la fosa donde permanecía con una pierna rota y múltiples magulladuras.

Todo hace indicar que pernoctaba en el interior de la antigua factoría, que se encuentra en estado ruinoso desde que cerró sus puertas en 1988. Dos mujeres que paseaban por la acera que conduce a la estación, al pasar por delante del edificio, oyeron gritos de dolor, a pesar de que el herido se encontraba en una zona bastante alejada, y lo comunicaron a una pareja de la Guardia Civil que patrullaba en moto por la zona en ese momento.

Tras saltar una valla, ya que las entradas se encuentran tapiadas, los agentes localizaron al herido, que tras ser rescatado fue trasladado con una Samu al hospital de la Plana.

Este edificio ya se hizo célebre hace ahora ocho años cuando un indigente de Logroño, conocido por el Polaco, mató y descuartizó a otro de nacionalidad portuguesa. Durante una semana fue quemando en una fosa idéntica a donde se produjo el accidente de ayer los trozos del cuerpo del indigente conocido como el Portugués.

Tres meses antes de este suceso, en el mes de enero de 1997, murió en el interior otra indigente, Carmen Calomargo, aunque se certificó que fue por causas naturales.

Desde entonces, se ha hablado de la urgente necesidad de derribar el edificio, ya que además de indigentes también se cuelan niños en busca de aventuras, como ha publicado este periódico.

Actualmente, la solución al problema está encima de la mesa y pasa por una expropiación del Ayuntamiento o una recalificación que facilite obtener una rentabilidad de los terrenos a sus propietarios, ya que su actual calificación es de dotacional sanitario-deportivo.