Un hombre mató ayer a cuatro feligreses en una iglesia de Baton Rouge (Luisiana) y secuestró a su mujer para después asesinarla en un lugar aledaño, según informó la policía local.

Anthony Bell, de 25 años, fue detenido por las autoridades policiales en el interior de un complejo de edificios de apartamentos cercano a la iglesia donde protagonizó el tiroteo.

El hecho ocurrió alrededor de las 10.00 hora local (15.00 GMT), cuando la misa en la Iglesia del Ministerio de Jesucristo estaba ya a punto de concluir.

Además de su esposa, Bell también había secuestrado a su pequeño hijo ,pero éste salió ileso del incidente.

El jefe de la policía local, Jeff Leduff, quien ayudó a rescatar al menor, declaró con tristeza a los periodistas que se trata "de uno de los peores días en la historia de nuestra ciudad".

Por su parte, un portavoz de la policía, Charles Armstrong, dijo que los otros dos niños de la pareja se encontraban a salvo en la vivienda de otro residente local, que no fue identificado.

Las autoridades encontraron el cadáver de la mujer, cuya identidad no fue divulgada, en el complejo de edificios de apartamentos, pero desconocen por el momento si fue asesinada allí.

Según la policía, la pareja no vivía en el complejo residencial.

Las autoridades siguen investigando las causas del suceso.